Este 10 de octubre se conmemoró el Día Mundial de la Salud Mental. El objetivo es aumentar la conciencia de los problemas de salud mental en todo el mundo. Asimismo, busca movilizar los esfuerzos en apoyo de este importante tema de salud.
Pero cómo se vive en la actualidad la realidad de lo que denota la salud mental. Según la OMS, define la salud mental como “un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial y puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y puede aportar algo a su comunidad”.
Además, puede establecer garantías donde este organismo promueve que se cumplan para cada ser humano.
Ahora bien, en la actualidad y luego de los estallidos postpandemia ha quedado más que evidenciado como este sector de la salud se encuentra en abandono.
Los que tenemos la loable labor de ejercer en esta área clínica nos damos cuenta dentro de nuestros espacios terapéuticos.
Observamos como en un constante grito de auxilio, dentro de este campo, miles de personas tienen que lidiar a diario por múltiples factores que aquejan su realidad mental.
Al estar actualmente tan sobreexpuestos a estímulos engañosos de una sociedad que demanda ser productivos y funcionales en nuestras rutinas.
La tecnología marca la pauta que muchas veces vienen dosificadas a mostrar vidas, realidades engañosas para encajar en una sociedad.
En este sentido, la sociedad se ha vuelto cada vez mas demandante, es por ello que desde mi vocación y propósito de vida trabajo, constantemente en promover, prevenir y visibilizar la salud mental.
Pongo sobre la palestra temas que resuenan y que surgen desde mi desempeño en terapia psicológica. Es por ello, que hago un llamado a la conciencia social que podamos dar la importancia a nuestra salud mental.
Esta debe ir en concordancia con nuestra salud física. Para ello hay acciones fundamentales que sin duda va a tener repercusión en nuestra salud física y mental.
Estas pueden ser:
- Mantenerse activo realizando actividades que sean de nuestro agrado.
- Permitirnos un descanso adecuado.
- Tener una alimentación sana
- Promover nuestra vida social
- Aprender a gestionar nuestras emociones
- Poder realizar actividades que nos ayuden a gestionar el estrés.
- Poder establecernos un propósito de vida
- Implementar la gratitud y poder observar nuestros logros
- Permitirnos pedir ayuda cuando nos sintamos sobrepasados
Asimismo, poder mantenernos alejados de sustancias químicas que actúan en nuestro organismo como euforizantes o depresivos. Sin duda, todo esto va a repercutir en nuestro organismo.
Puedes ver el articulo completo en @sarahin.figueroa canal de Youtube. Además, en todas mis plataformas digitales sobre salud mental un abrazo. Consultas online
Sarahin Figueroa. Psicóloga Clínica. Especialista en terapia familiar, niños, adolescentes, pareja, individuo. Consulta online.