La amenaza del presidente electo de EE.UU. de retomar el control del Canal de Panamá es vista como inviable desde el país centroamericano y solo posible a través de una intervención militar, por lo que se interpreta más como una acción de presión por parte del líder republicano en medio del pulso comercial con China y una muestra de “desconocimiento” de los tratados.
Las declaraciones de Donald Trump sobre la posibilidad de retomar el control del Canal de Panamá generaron reacciones inmediatas del presidente panameño, José Raúl Mulino, quien dijo el domingo en una declaración en video en X que “la soberanía y la independencia del país no son negociables”. Mulino ha encontrado respaldo tanto de Colombia como de México en el pulso con Donald Trump por el Canal de Panamá.
Reacciones
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, manifestó este domingo en su cuenta de X que “hasta las últimas consecuencias” estará al lado de Panamá y la defensa de su soberanía. Entre tanto, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó en su conferencia de este lunes su solidaridad y apoyo al el mandatario y al pueblo de Panamá. Mulino “salió muy rápidamente a decir que el Canal de Panamá es de los panameños y en efecto el Canal de Panamá es de los panameños”.
El analista y abogado internacionalista Julio Linares dijo a Bloomberg Línea desde Panamá que no encuentra bases jurídicas para que EE.UU. pueda llevar a cabo una retoma del control del Canal y calificó las declaraciones de Trump como una “bravuconada” sin fundamento. “Los tratados son convenios entre Estados y como tales deben respetarse, empezando por el principio de la buena fe”.
Estados Unidos completó el Canal en 1914, pero lo cedió de nuevo a Panamá en 1999 en virtud de un tratado firmado por el expresidente Jimmy Carter en 1977.
Según dijo el abogado, dentro del denominado Tratado de Neutralidad, al que Trump no hace referencia directa, está la condición 1 o la llamada “reserva DeConcini”, la cual señala que “Panamá o Estados Unidos de manera individual podrán controlar todo el territorio nacional cuando se considere, por ejemplo, que el Canal está en peligro o que su funcionamiento sea intervenido”.
Derecho internacional
Sin embargo, según Linares, esta cláusula es inconsistente con el derecho internacional, pues violaría la soberanía e integridad territorial de Panamá, lo que la convierte en una disposición “de nulidad absoluta porque no puede ser saneada, ni convalidada”.
“En conclusión, las palabras de Trump no tienen ningún sustento jurídico y si en algún momento se va a basar en la famosa reserva DeConcini, la juridicidad se pierde en virtud de que estamos frente a una nulidad absoluta. Estados Unidos es un país poderoso, es la primera potencia del mundo, y ellos desde el punto de vista militar y bélico podrán hacer muchas cosas, pero no lo sustenta el argumento jurídico”, apuntó.
“Yo lo veo muy poco viable por múltiples razones. Está el concepto obviamente de los acuerdos internacionales que se han implementado, que han sido respetados por naciones por 25 o 30 años, el Canal para los panameños en efecto es una conquista de índole nacionalista, soberana. No es parte de un negocio tener un canal para efectos de solo pasar barcos, es parte de nuestro modelo financiero, económico de país”, dijo a Bloomberg Línea el analista económico y consultor Carlos Arauz.
“El Canal de Panamá por muchos años se manejó como una organización sin fin de lucro porque en el país estaba la fuerza militar estadounidense acantonada en bases militares, aéreas y navales. Al firmarse los tratados Torrijos-Carter, que se implementan en 1979, empieza un proceso de transición que culmina en 1999 y que es reconocido por 40 naciones que se adhirieron a un acercamiento entre todas las partes y grupos de interés”, dijo.
La única manera
Señaló que la única manera en que Estados Unidos podría intentar retomar el control del Canal de Panamá sería a través de una intervención militar, aunque esto sería una acción extrema con graves implicaciones, tanto para la región como a nivel internacional, por lo que lo consideró poco viable.
“Es descabellado decir que solo Panamá en su justo y propio derecho que tenemos sobre el canal ponemos los precios a libre albedrío o los imponemos de manera descabellada para tratar de lucrar lo más posible”, mencionó Arauz.
Según dice, Trump obvia el componente de mantenimiento, de inversión e infraestructura para el funcionamiento del Canal de Panamá, así como los “grandes desafíos que tiene” y para los que tiene que crear reservas financieras y económicas para enfrentarlos, como por ejemplo la reciente sequía producto del efecto de El Niño.
Por lo anterior, cree que son “infortunadas, inoportunas y desatinadas” las impresiones de Trump con respecto a los precios de los peajes del Canal de Panamá, que son negociados en una Junta de Gobernadores que incluye representantes de las principales navieras y otros grupos de interés, incluso los medioambientales.
Los costos de transitar el Canal de Panamá
Según cifras aportadas por el economista Carlos Arauz, los precios de los peajes varían en función de varios aspectos como el interés del grupo y el propósito de la embarcación.
Estos pueden empezar entre los US$20.000 y US$25.000 para pequeñas embarcaciones, como botes privados o pesqueros de menor escala, que incluso comparten esclusas para dividir gastos en el paso.
Sin embargo, para cruceros de pasajeros y embarcaciones con cargas urgentes pueden ir hasta los US$600.000 o US$700.000.
“Los cruceros de pasajeros tienen los récords de mayores registros de pagos por peaje por varias razones, una de ellas es porque tienen que asignar el pasaje o el trasiego por las esclusas con gran anticipación porque tienen días específicos para estar en Panamá”, apuntó.
“Las tarifas que está cobrando Panamá son ridículas, especialmente conociendo la extraordinaria generosidad que EE.UU. ha otorgado a Panamá”, dijo Trump en un post en su plataforma Truth Social.
Trump también sugirió que el canal corría peligro de caer en las manos equivocadas, diciendo que no le corresponde a China gestionarlo, informó Bloomberg.
Carlos Arauz dice que los mensajes de Trump van alineados más con su política “de prometerle a su gente que el país sea grande de nuevo, como es su eslogan de batalla. Desde nuestra perspectiva vemos más que nada un alineamiento en esa dirección de inexactitudes”.
China es uno de los principales usuarios del canal, al igual que Estados Unidos y otras naciones, y existen concesiones portuarias en Panamá vinculadas a empresas chinas, negociadas bajo normas internacionales. “Si el día de mañana se presenta el vencimiento de esa concesión y hay empresas estadounidenses que tienen intereses en Panamá o en participar en licitaciones, van a ser más que bienvenidas”.
Zona neutral
A propósito, el documento dice que Panamá “declara la neutralidad del canal para que, tanto en tiempo de paz como en tiempo de guerra, este permanezca seguro y abierto para el tránsito pacífico de las naves de todas las naciones en términos de entera igualdad, de modo que no haya contra ninguna nación ni sus ciudadanos o súbditos, discriminación concerniente a las condiciones o costes del tránsito”.
En todo caso, Julio Linares señaló que EE.UU. tiene beneficios como el “paso expedito”, incluso para sus buques militares y auxiliares, colocándolos al frente de la fila de tránsito. “Esa es una ventaja que tienen los Estados Unidos sobre el resto de la humanidad, según lo que establece el Tratado de Neutralidad”. Panamá, por el contrario, ha sido el más afectado por las restricciones del tratado, opinó.
La importancia del Canal de Panamá para el comercio y la economía nacional
La vía navegable mueve unos US$270.000 millones al año en comercio mundial y es la mayor fuente de ingresos de Panamá, atrayendo US$4.300 millones en 2022.
Según cifras divulgadas por Bloomberg, el canal de Panamá gestiona alrededor del 3% del volumen de comercio marítimo mundial y el 46% de los contenedores que se mueven desde el noreste de Asia a la costa este de Estados Unidos.
Arauz explica que el Canal de Panamá representa unos US$2.000 millones anuales en aportes al Tesoro panameño y contribuye con casi el 9% del PIB directo y hasta 16% (US$14.000 millones) si se incluye la infraestructura complementaria.
Para la región, perder el canal significaría un golpe para Centroamérica y el Caribe especialmente, así como el debilitamiento de su competitividad en el comercio global y su capacidad de negociación con bloques como Mercosur y la Unión Europea. “Inimaginable no tener el canal… como bloque nos haría un daño inimaginable”, dice Arauz.
La disputa con Trump por el Canal ya golpeaba a los activos de Panamá este lunes, dado que en la mañana los bonos con vencimiento en 2036 cayeron 0,7 dólares y los CDS, o el costo de asegurarse contra un default soberano, saltó al nivel más alto desde febrero sobre la base de cierre, en medio de escasas operaciones, según precios compilados por Bloomberg.
Fuente: bloomberglinea.com