Bogotá.- Úrsula Iguarán es el “corazón palpitante” de la primera temporada de la serie Cien Años de Soledad, basada en la novela del escritor Gabriel Garcia Márquez(Gabo), que estrenó la plataforma de Netflix.
La primera temporada de la serie de Serie Cien Años de Soledad, ha dado mucho de qué hablar, debido a la complejidad de esta novela que combina lo mágico con la realidad.
Muchos, han elogiado la serie por la forma en que recrea el mundo mágico-realista de Macondo. La adaptación visual ha sido considerada por algunos como un logro impresionante, ya que logra capturar la esencia de la novela en cuanto a atmósferas, paisajes y simbolismos visuales.
El uso de efectos especiales y de escenarios naturales ha sido apreciado como una forma adecuada de llevar a la pantalla el imaginario único de García Márquez.
Sin embargo, se ha cuestionado si la serie hace justicia a la complejidad de los personajes y los eventos de la novela. Cien años de soledad tiene una estructura narrativa que juega con el tiempo y con la naturaleza cíclica de las diferentes generaciones de la familia Buendía.
Algunos críticos consideran que la serie podría haber simplificado ciertos aspectos para hacerla más accesible al público masivo, mientras que otros, opinan que la adaptación no logra captar toda la riqueza emocional y filosófica que posee la obra literaria.
Uno de los personajes que ha cautivado a los espectadores e incluso lectores, ha sido el personaje de Úrsula Iguarán, la columna vertebral de la familia Buendía, que va hilando la historia de principio a fin.
En la serie representada por la actriz Marleyda Soto, quien da vida a Úrsula en su vida adulta y Susana Morales, quien interpreta este personaje en su juventud.
Úrsula Iguarán, es un personaje que encarna tanto la resiliencia como la tradición, no solo en el contexto del realismo mágico de Gabriel García Márquez, sino también dentro de la compleja realidad social de la mujer caribeña colombiana.
En Úrsula podemos ver la mezcla de esperanza y desilusión, la lucha por preservar los valores ancestrales y, al mismo tiempo, la aceptación de las contradicciones de la vida.
Su resistencia al olvido, a la fatalidad del destino y a la tentación del mal en la familia Buendía, nos recuerda a esas mujeres latinas que, pese a los obstáculos históricos, sociales y económicos, siguen siendo la columna vertebral de muchas familias en Colombia.
Así, la figura de Úrsula nos conecta con una realidad profunda: la de una mujer que no solo carga con la tradición, sino que también, en su invisibilidad, es el corazón palpitante de la historia, ese eco de las mujeres que han dejado una huella, aun cuando no siempre se les reconoce. Es ese eco nostálgico que resuena en nuestras abuelas, nuestras madres y, tal vez, en nosotras mismas.
Fuente: Notistarz/
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