Caracas.- Un 6 de enero, hace cuatro años, el país completo se levantó sin ánimos de celebrar el día de reyes, ya que una de las caras más queridas de la televisión había dejado este plano de la forma más trágica. Mientras más se sabía sobre el suceso, crecía una atmósfera de dolor y decepción.
Dos adolescentes -de 18 y 19 años- junto a un adulto de 21 años, acabaron con la vida de la actriz Mónica Spear y su pareja Thomas Berry en la autopista Valencia-Puerto Cabello. La pareja se encontraba con su hija de 5 años.
Los antisociales intentaron robar a la familia en la arteria vial luego de que quedaran accidentados. Los jóvenes aceptaron ser los autores de los asesinatos y fueron acusados por los delitos.
Figuras de la televisión venezolana tomaron las pantallas y las redes sociales para manifestar su dolor ante el hecho. Mónica, advocada por promover la belleza de Venezuela junto a Berry, poco se imaginaría que el impacto que causaría en su país trascendería, llenando a todos de profundas tristeza e impotencia.
La entrañable “Ciela” que hizo llorar a un país con su actuación en la mítica telenovela de Radio Caracas Televisión y la tímida “Micaela” que con su inteligencia nos enamoró en “La Mujer perfecta” había partido para dejarnos con las ganas de seguir viéndola triunfar con su trabajo en otras latitudes.
Una beldad criolla, una actriz talentosa y una venezolana como pocas. La historia de Monica Spear, al igual que su trabajo, es y deberá ser, inolvidable.
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