De mi nota anterior “¿La vaina se esta apagando?” saltaron algunos saltapericos increpándome que San Juan no es Venezuela y que una rebelión cívica en San Juan, en nada va cambiar el país. Verdades con pie de barro, incomprensiones políticas y quizás flojera mental, fue mi respuesta inmediata, sin embargo, me sentí obligado a escribir estas líneas, porque así como ellos, hay gente que mantienen esa opinión.
Es verdad que San Juan de los Morros no es Venezuela, como no lo es cualquier otro pueblo o ciudad que tienen las mismas características pre-insurreccionales como San Juan.
La miopía política no se convierte en verdad, y la verdad tiene de objetividad y subjetividad, profundizo mi opinión en Roscio, porque este es mi radio de acción, porque creo que hay que generar el debate más allá de las frases, porque creo que hay que elevar la discusión política dentro del seno de los ciudadanos, porque creo que hay que llenar de conocimiento a la gente y porque me opongo rotundamente, a la ya de moda frase de algunos dirigentes criollos: “hay que esperar líneas de Caracas” dentro de un discurso de slogan vacíos, de clichés sin espíritu, de consignas huecas y de torpeza política, como que si los roscianos y los guariqueños, fuéramos tarados que no sabemos las características socioculturales donde vivimos para aplicar asertivamente una política de carácter nacional, -semejante atrocidad con tilde manipulador-
El cese de la usurpación, ¿qué es? La respuesta es sencilla, es derrocar la dictadura con una rebelión cívica unido a una huelga general ¿Cómo se hace? Con la organización, movilización y el despliegue de todas las formas y modalidades de lucha de manera permanente, de toda una sociedad democrática, ¿quien la dirigí? Una fuerza UNITARIA que este clara en los objetivos estratégicos, que se desprenda de la mezquindad y los celos políticos, que ponga en tercer plano sus ambiciones electorales y que le lleve el pulso y tono al estado de ánimo y conciencia política de las masas.
La rebelión civil es posible en San Juan de los Morros, en el Estado Guárico y el país, y acuño con vehemencia “civil” porque debe ser promovida y dirigida por la sociedad no militar y lo más seguro, es que luego, el sector castrense se incorpore.
Además de que puede prenderse en cualquier parte, no sé quien invento de que una rebelión se inicia simultáneamente en una nación, no sé a quién, se le ocurrió pensar que una jornada nacional hoy y otra la próxima semana va derrocar una dictadura fascista y criminal como la nuestra. La historia nos da señales, no me voy a ir muy lejos y no me extenderé para ello:
• La protesta del 19/04/18 que generara toda una rebelión civil en Nicaragua contra la dictadura de Ortega y que aún se mantiene en todo el país, se inicio en la ciudad de león al noreste de la capital, dicho sea de paso que se produjo por una exigencia reivindicativa y que en los actuales momentos se ha convertido en una lucha política.
• La protesta generada el 16/02/19 que se iniciara en la ciudad de kherrata al oriente de la capital de Argelia, prendió una rebelión civil en toda la nación, contra el régimen de Buteflika que pretendía aspirar un nuevo mandato presidencial. Esta rebelión civil se anoto un triunfo rápido y pacifico cuando el 2 de abril, Buteflika presento su renuncia.
• Las protestas que se iniciaran el 27/02/89 en Guatire-Venezuela, por el aumento del pasaje y las medidas económicas de CAP, generaron una rebelión civil, que diera como resultado final, la destitución de CAP por parte del congreso.
Podría citar miles ejemplos en distintas partes del mundo, en todos los tiempos de la historia de la humanidad, rebeliones con diversas formas y modalidades de lucha, que avanzan y retroceden, unas con triunfos y otras con derrotas a cortos o largos plazos, en todo caso, el éxito, fracaso y tiempo de una rebelión, dependerá en todo caso, de las estrategias y tácticas de una dirección política clara y de la unidad de las fuerzas motrices del proceso de cambio. Insisto: SI ES POSIBLE UNA REBELIÓN en San Juan de los Morros, solo basta luchar y luchar hasta que nos sorprenda la victoria.
Reynaldo J. Cortés G.