San Juan de los Morros.- Este viernes la selección de fútbol de Venezuela enfrenta a su similar de Argentina, en partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa América Brasil 2019, en el mítico estadio “Maracaná”. Las expectativas que ha generado La Vinotinto para un enfrentamiento de estas características nunca habían sido “tan altas”, como lo son ahora.
Enfrentar a un bicampeón mundial, multicampeón de Copa América, en un escenario magnífico y en una fase decisiva; significaba para la selección nacional una derrota segura, con mucha probabilidad de ser goleada. Para este viernes las sensaciones son distintas, en el ambiente se respira un aire de un verdadero “sí se puede”, porque Venezuela tienen con qué. Y aquí lo analizamos.
La Vinotinto chocará contra una Argentina que no pasa por su mejor momento, de hecho está lejos de estarlo. Su técnico ha intentado encontrar un once que permita aprovechar al máximos sus individualidades, sin embargo, sus intentos no han sido fructíferos. En este punto, hay algo claro, la albiceleste no jugará de ensueño de la noche a la mañana. Ojo, eso no quiere decir que deje de ser peligrosa.
Los dirigidos por Lionel Scaloni seguirán apostando a lo que puedan hacer Lionel Messi, Sergio Agüero, Lautaro Martínez y compañía. Y cómo no, con esas “armas” Argentina le puede hacer daño a cualquiera.
El secreto pasa por quitarles el balón, entre más tiempo los argentinos pasen con la pelota, mayor oportunidad de crear peligro tendrán. Sólo hace falta ver los partidos que la albiceleste jugó ante Colombia, Paraguay y Catar; para darse cuenta de ese pequeño “gran detalle”.
Desde otro punto de vista, Venezuela no debe tirarse atrás a defender y esperar al rival, eso sería “inmolarse”.
Los dirigidos por Rafael Dudamel deben disminuir al máximo los ataques de Argentina y eso se logra con posesiones largas. Obviamente, La Vinotinto debe intentar hacer daño continuamente, atacando las grietas que deja un equipo que está intentando armarse.
En el planteamiento inicial no debería haber cambios, el 4-2-3-1 funcionó ante Bolivia, Venezuela se vio bien, y aunque claramente Argentina es de otro nivel con respecto a los del Altiplano, el cambio pasaría por los nombres y no por el dibujo táctico. Ahora más que nunca La Vinotinto debe atacar con los extremos, hacer presión alta y dejar que Argentina “caiga por su propio peso”.
No hay duda que colectivamente Venezuela es superior a la albiceleste y no hay que sentir temor al decirlo. Claro que las individualidades de Argentina pueden hacer diferencia en cualquier momento del partido pero La Vinotinto tiene fútbol para contrarrestarlo.
Jorge Brizuela | El Tubazo Digital