Portillazos / Sin escrúpulos

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El escrúpulo ​se define como la duda o recelo que punza la conciencia, sobre si algo es o no cierto; si es bueno o malo; si obliga o no obliga. El uso común lo relaciona más bien con el asco y las náuseas. Cero escrúpulos es lo que han provocado las acciones de Guaibobo, el autoproclamado presidente, contra Venezuela. Violación de la Constitución, corrupción sin límites, robo de los activos de Venezuela en el extranjero, conchupancia con paramilitares narcotraficantes, despojo de nuestro territorio, servilismo y entrega de la soberanía al salvaje e inhumano imperio gringo, son una ínfima parte de las locuras de Guaidog.

Éramos mucho y parió la abuela / Dime con quien andas…: La Policía de Cúcuta, Norte de Santander, confirmó al diario colombiano El Espectador, que los dos hombres que aparecen en las fotografías con el autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela, Juan Guaidog, son los narcotraficantes y paramilitares Jhon Jairo Durán Contreras, alias “Menor”, y Albeiro Lobo Quintero, alias “Brother”, ambos jefes de la organización criminal Los Rastrojos.

No será la última gota que rebase el vaso: Un sujeto que dice ser presidente encargado autoriza el espionaje general del territorio venezolano, haciéndole el favor a los que afirman que el problema de la paz en Colombia es culpa de la supuesta dictadura de Maduro y no de la élite política que gobierna en ese país, que ha tirado al pote de la basura los acuerdos de paz y ha asesinado a cientos de excombatientes de las FARC y un montón de líderes sociales. No queda otra que señalar que el fulano presidente encargado es un tronco de lacayo, arrastrado a los intereses del salvaje imperio gringo y de la funesta oligarquía colombiana.

El colmo de la oposición que representa Guaidog es el vergonzoso manejo “diplomático” del tema del Territorio Esequibo. Aquí sí es verdad que la gata se subió a la batea, rompieron todas las marcas de no poseer escrúpulos y de entreguismo vil y antipatriotismo. Con este vergonzoso entreguismo de nuestro territorio no vale siquiera decirles la popular frase “que Dios los coja confesados”.

Da pavor, disgusto y grima escuchar a la hipotética embajadora en el Reino Unido de Gran Bretaña del “gobierno” de Guaidog, ceder gozosamente 159 mil kilómetros cuadrados de territorio venezolano (que nos arrebató ese mismo país), a cambio de apoyos políticos internacionales para el gobierno fantoche de EE.UU. y las grandes corporaciones capitalistas mundiales. ¡Que molleja primo!

Cuando uno está medianamente informado sobre la forma cómo a nuestra amada Venezuela de hace 120 años le despojaron todo el territorio desde la margen occidental del río Esequibo, tiene que sentirse indignado y arrecho de que la banda de cipayos representado por Juanito Alimaña esté planeando hacer de esa reclamación otro de sus jugosos negocios políticos y económicos.

La oposición fascista, violenta, arrastrada a los intereses del imperio gringo, que no es para nada libre y que está amordazada a los designios de ese sanguinario y maligno imperio, grita a todo pulmón realización de elecciones libres. Pero su cautiverio, esclavitud, sujeción y servidumbre es de vieja data. Ella fue ultrajada por los medios de comunicación y le impusieron a trote y moche sus mezquinos intereses. Con el dictador “El breve” (Carmona Estanga) la ultrajó la pandilla de Fedecámaras. Luego llegaron los meritócratas (mejor dicho, los mierditocráticos) de la antigua Pdvsa y la embobaron y enamoraron con el tragicómico paro petrolero (allí comenzaron las primeras grandes pérdidas económicas para Venezuela que no se han detenido hasta nuestros días con la guerra económica).

Derrotado el paro, la pobre y triste oposición cayó desgraciadamente en los brazos de Almagro y de la banda delictiva llamada Grupo de Lima. Hoy, como para coronar su desgracia, a la oposición de Guaidog, de María Corina Machado, Julio Borges y Leopoldo López, la posee una caterva de amantes sobrevenidos como los malhechores de Pence, Abrams, Rubio (antes también Bolton), comandados por el delirante Trump, que la tienen gimoteando: “Cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”. Pero nada de eso será viable hasta que esa oposición esclavizada no se libere de las influencias que la atan y hasta que se nacionalice. “Ayúdenla para que sea venezolana la oposición”, parafraseando una canción de Alí Primera.

Alex Vásquez Portilla (Politólogo)

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