La humanidad en medio de esta pandemia, está comprobando que en condiciones tan extremas como éstas, sale a flote todo lo mejor o lamentablemente todo lo peor de cada persona, grupo de personas o de países.
Hemos presenciado la heroica, noble y solidaria postura de países como nuestra Cuba, China y Rusia que están dando lo mejor de su esencia como pueblos dignos en esta terrible situación.
Al mismo tiempo con estupor el mundo contempla la peor expresión de algo que raya en el límite de la condición humana, un Donald Trump colocando toda la salud de un pueblo por debajo del crecimiento del PIB, condenando a millones de seres humanos a padecer los estragos de la peor desgracia hasta ahora conocida.
Bueno, en medio de toda esta situación, en Brasil el irresponsable títere Bolsonaro, acaba de mostrar lo peor de su esencia y ha declarado que hay que asumir sin histeria lo que él califica como “catarrito” o ” resfriadito”.
Sorpresa, sorpresa, desde las más grandes favelas surge un anuncio vía redes sociales, puerta a puerta y perifoneo, sobre la imposición de un confinamiento y toque de queda para combatir la propagación del coronavirus, advirtiendo serias consecuencias para quien no lo acate.
Y de dónde provino esta medida sanitaria, ¿acaso del Presidente? ¿del Ministerio de Salud? No señor, esta acción preventiva emanó del crimen organizado, de capos, de pranes, de paramilitares que son el Real gobierno de las favelas.
¿Como podemos calificar esta situación en Brasil? ¿El coronavirus ha sacado lo mejor de lo peor?
Por: Juan Marín Laya – Twitter: @marinlaya / Diputado Asamblea Nacional