La Gaceta 6.531 no sorprendió a nadie. Se esperaba la salida del ministro. Desde hace tiempo jugaba banco, apartado y excluido por órdenes presidenciales. Su gran logro: Casi destruir la empresa más rentable del país, hasta hace algunos años.
Luego de la intervención de la principal empresa petrolera del país, Pdvsa, ocurre lo que todo el mundo sabía: la destitución del ministro Manuel Quevedo.
Maduro designó a Tareck El Aissami como ministro del Petróleo. Mientras que Asdrúbal Chávez pasa a la presidencia de PDVSA. Ambos cargos los ocupaba Manuel Quevedo.
El Palito lo sacó
Mientras muchos comentaban la reactivación de la refinería El Palito, en el estado Carabobo. El gobierno, aguas adentro se preguntaba:
¿Por qué razón durante la gestión de Quevedo fue imposible reactivar esta empresa?
¿Cómo es que en menos de 15 días de nombrar una junta interventora presidida por El Aissami, se pudo arrancar esta planta?
Una salida silenciosa que hizo ruido
La salida de Quevedo es celebrada dentro y fuera del gobierno. Sale y deja atrás una empresa en el suelo.
Mientras Manuel Quevedo acusó de melandros y palangristas a quienes lo señalan de haber destrozado la empresa petrolera.
“La doble moral de quienes critican por ignorancia, beneficio económico o en contra de los intereses nacionales, jamás merecieron una respuesta de mi parte. A ustedes los llamo apátridas; palangristas y a otros, expertos malandreros, no Petroleros”. Así se defendió Quevedo luego de haber sido destituido de su cargo.
La verdadera causa
A Quevedo no lo saca la caída de los precios, ni la falta de gasolina. Quevedo sale por un inmenso grito de trabajadores, gerentes, ministros y el propio presidente. Nunca tanta gente había pedido “botar” a un ministro.
Su salida coincide con la reactivación de una refinería, la lenta subida de los precios, la llegada de diluyentes para la gasolina y nuevos aires en el sector petrolero.
Ahora saldrán las voces a contar toda la realidad de esta empresa. Mientras miles de hombres y mujeres apuestan a la reactivación de la misma.
