San Juan de los Morros. En la comunidad Tierra de Dios, ubicada en las adyacencias del Centro para Procesados “26 de Julio” de San Juan de los Morros, estado Guárico, residen, en medio de la desidia de los entes gubernamentales, más de 70 familias que viven en ranchos, con carencia de servicios básicos como agua por tubería y energía eléctrica.
La falta de agua potable obliga a los habitantes de este sector a pagar hasta 30.000 bolívares para llenar un tanque del vital líquido. “Es la única forma en la que uno puede tener agua por esta parte y uno los paga por la necesidad” comenta Gladys Monsalve.
Asimismo, William Borges asegura que cada dos semanas debe cancelar los treinta mil bolívares para contar con el vital líquido en casa, “como vivo solo cada 15 días lleno el tanque de mi casa”.
Monsalve también explicó que para alumbrar sus hogares, así como para el uso de aparatos electrodomésticos reciben la electricidad del sector vecino, Vista Hermosa.
Las condiciones de precariedad en las que actualmente viven los habitantes de Tierra de Dios pone en riesgo la salud de niños, algunos contraen distintas enfermedades. “Mis hijos tienen varios días con diarreas y el más pequeño tiene unas ronchas, yo digo que puede ser por el agua” expresó Monsalve.
Viviendas dignas
Los habitantes de Tierra de Dios no pierden la esperanza de que el actual gobierno pueda beneficiarlos con la construcción de viviendas dignas; sin embargo, ya son seis años a la espera de lo que representa para muchos, más que un sueño, una necesidad.
“Hay muchos niños y familias que necesitan una vivienda digna porque no es justo que con el tiempo que tenemos nosotros aquí no tengamos una casa, ya es hora de que el gobierno nos meta la mano con las viviendas” exclamó Borges.
“Que nos ayuden por favor, el presidente Chávez lo decía, viviendas dignas para el pueblo de Venezuela, nosotros somos madres que necesitamos una ayuda, vivimos en una precaria situación” resaltó la señora María Garrido.
Agregó que durante el período de lluvias la quebrada se inunda y el agua llega hasta el interior de sus viviendas, “las calles se convierten en un pantano” apuntó.
Finalmente, los afectados hicieron un llamado a la alcaldesa del municipio Roscio Nieves, Mayerling Colmenares, para que visite la barriada y conozca de cerca los problemas de quienes allí habitan. Exigieron las construcciones de viviendas que generen mejores condiciones de vida para cada una de las familias que residen en la comunidad Tierra de Dios.
Texto y Fotos
Pedro Izzo.
