La ministra Delcy Rodríguez desde un programa de TV acaba de afirmar que el país “No tiene hiperinflación, pero que aún padece de inflación inducida “.
Al respecto, queremos puntualizar que la inflación existente en Venezuela desde mediados de los años setenta ha sido dimanada por factores estructurales y monetarios de nuestra economía, y en ningún momento por induciones imperialistas que sólo existen en la cabeza del liderazgo errático de un sector de la izquierda venezolana.
Es más, la locura en que nos encontramos hoy, por el aceleramiento desbocado de los precios, la hiperinflación, está aún presente en Venezuela.
La mayoría de los estudiosos de la economía sostienen que cuando la tasa de crecimiento en los precios de los bienes y servicios pasa de los tres dígitos se ha entrado en un proceso de hiperinflación, y es evidente que los niveles de crecimiento de la canasta alimentaria venezolana continúan a toda marcha.
Nada ha cambiado. Para septiembre del presente año los expertos calcularon el crecimiento acumulado de los precios en 1433,58%, y se estima que el año cerrará con una hiperinflación de 2000%.
Este fenómeno económico en Venezuela, lo han estado impulsando tres factores al mismo tiempo: la presencia de dinero inorgánico, la devaluación del bolívar y la caída del PIB.
Lo que está ocurriendo es que como el gobierno ha frenado los incrementos del salario mínimo, que regularmente venía realizando, la tasa de cambio ha estado devaluando a menor ritmo, y ello ha atenuado los incrementos de los precios, pero el factor dominante de este proceso de hiperinflación, el PIB, continúa en caída.
Desde el 2013 al 2019 las caídas del PIB llevaron una contracción de la economía del 70,1%. Y para el 2020, con la presencia del covid19, los estudiosos estiman que la caída del PIB será de menos 20%.
De tal manera, que en lo que entren en circulación los aguinaldos y los aumentos del salario mínimo comenzará, nuevamente, la acción del dinero inorgánico. Y la hiperinflación continuará, porque aún no vemos señales de privatización e inversión con la Ley Antibloqueo.
Máximo Blanco / Economista guariqueño