El presidente trumpcado (1)
Los Estados Unidos de Norteamérica no solo están destinados por la providencia de llenar de hambre y miseria a Latinoamérica sino también de contar con presidentes ligeros de mente (Ronald Reagan, el actual y otros), mentecatos, majaderos y chiflados como el bocón que ahora ocupa la Casa Blanca.
Los gringos se ufanan de tener el país más desarrollado de la tierra, poseer la más perfecta democracia del planeta, ser una súper potencia bélica, ostentar la mejor economía del mundo (la capitalista), o sea, toda perfección, beldad y belleza. Algunas de ellas existen solo en teoría.
Además de todas esas maravillas y lindezas también se dan el lujo de ser gobernados por un verdadero idiota (poco inteligente o que molesta a alguien con lo que hace o con lo que dice) como Trump. Este gobernante del “mejor país del mundo” es un verdadero desastre como político y presidente, no tiene talento ni aptitud para serlo, alcanza esta alta investidura más por su fortuna que por sus cualidades e inteligencia. Cada pueblo se merece el presidente que tiene, con Trump a la cabeza los Estados Unidos no puede catalogarse hoy día como el mejor país del mundo, los electores erraron el tiro.
El retrato que hace el periodista Michael Wolff del magnate es el de un jefe de Estado ignorante, megalómano, agresivo con sus colaboradores -que lo consideran un auténtico “idiota”-, convencido de que alimentarse con hamburguesas de Mc Donald le evitará ser envenenado. En otras palabras, la de una persona cuya capacidad para gobernar la primera potencia mundial es, sin duda, cuestionable. Un hombre peligroso que, lejos de ser un genio, está socavando la función presidencial y aislando cada vez más a Estados Unidos en la escena internacional.
“No soy médico”, escribe el periodista Charles M. Blow, pero “mentiría si no reconociera que algunos comportamientos del presidente cuadran con los síntomas de una persona que sufre desorden mental”.
“… que el presidente de EE UU no sea particularmente inteligente no es lo más preocupante”, recalca el columnista Charles M. Blow. “Mientras su inestabilidad mental si lo es, y ese es nuestro mayor problema: la persona al mando del país es impetuosa, frágil, hostil, irracional, intencionalmente desinformada, y semi analfabeta”.
Jonathan Freeland de The Guardian: “Las últimas revelaciones demuestran -otra vez- cómo de vil, narcisista y peligroso es el hombre que ocupa el despacho oval, el cual, entre otras cosas, posee una autoridad total sobre el arsenal nuclear más poderoso del mundo”.
Son innumerables los desaciertos y metidas de pata de este imbécil (poco inteligente o se comporta con poca inteligencia), leerán algunas de ellas:
* Más de uno se atragantó cuando dijo que su hija Ivanka tenía una figura esbelta y que, de no ser su hija, saldría con ella.
* En un discurso en la universidad de Penn State, le envió un saludo al coach Joe Paterno, quien había fallecido años antes.
* Durante una reunión de campaña en Atlanta, Georgia, Trump señaló que Bélgica es un país, cuando es una ciudad.
* En uno de sus tuits se refirió a “Nevada, Las Vegas” en vez de “Las Vegas, Nevada”. El nombre de la ciudad siempre se escribe antes que el nombre del estado.
* Trump comentó que EE.UU. no debería recibir inmigrantes de “países de mierda” como Haití, El Salvador o las naciones africanas sino de Noruega.
* “Nueva York está congelado y lleno de nieve, necesitamos calentamiento global”.
* “Lo bello de mí es que soy muy rico”.
* A pocos días de completar su primer año de Gobierno, un informe reveló que Trump había realizado 3001 declaraciones falsas o engañosas durante sus primeros 466 días al frente de la Casa Blanca.
* El abogado de Trump ya no sabe ni cómo defenderlo ante “metidas de pata” en Twitter. ¡Hasta se culpa de las publicaciones del presidente!