“Brasil arriba de todo, Dios arriba de todos”. Con esa frase Jair Bolsonaro terminó los dos discursos que dio este 1 de enero durante los actos en los que se posesionó como nuevo presidente de Brasil.
En los actos, que tuvieron lugar en Brasilia, el nuevo presidente afirmó que el país comienza a “liberarse del socialismo”.
Según Bolsonaro, su victoria le dio “voz a quien no era oído” y lo puso “al frente de la Nación” para servir a la “Patria”, a “Dios” y a todo el pueblo brasileño.
El mandatario indicó que “aún hay muchos desafíos por delante” y que no se puede dejar que “ideologías nefastas dividan a los brasileños” y “destruyan” a las familias.
Bolsonaro, de 63 años, es visto como una figura muy divisiva, cuyos comentarios homofóbicos y misóginos han causado malestar en muchos sectores.
Su campaña se vio impulsada por las promesas de sacar a Brasil de la corrupción rampante y el crimen.
América Latina
Entre los jefes de Estado que asistieron a la toma de investidura de Bolsonaro estuvieron los presidentes de cinco países sudamericanos.
Sebastián Piñera, de Chile, Juan Orlando Hernández, de Honduras y Mario Abdo Benítez, de Paraguay, acompañaron a Bolsonaro en su juramento como presidente.
Además estuvieron los líderes de izquierda Evo Morales, presidente de Bolivia y Tabaré Vázquez, de Uruguay.
Iván Duque, presidente de Colombia, no asistió, pero en su representación fue la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez.
Martín Vizcarra, presidente de Perú, quien había confirmado su asistencia, a última hora adelantó su regreso a Perú, donde las remoción de dos fiscales encargados de investigar los casos de corrupción de más alto perfil en Perú generaron protestas en ese país en vísperas de año nuevo.
Para Gerlado Zaran, profesor de relaciones internaciones de la Universidad Católica de Sao Paulo, la presencia de estos líderes sudamericanos en la posesión de Bolsonaro evidencia la importancia de Brasil en la región.
Según Zaran, el protagonismo de Brasil también explica la participación de los presidentes de Bolivia y Uruguay, quienes mantienen fuertes lazos económicos con Brasil y habrían optado por una postura pragmática, a pesar de las diferencias políticas con Bolsonaro.
Brasil es el mayor importador de productos bolivianos y uruguayos.
En su cuenta de Twitter, el presidente Morales afirmó que Bolivia y Brasil son “socios estratégicos” y que los unen “lazos de hermandad y complementariedad”.
Tabaré Vázquez, presidente de Uruguay acompañó a Bolsonaro. Tabaré Vázquez, presidente de Uruguay acompañó a Bolsonaro.
Los ausentes
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela; Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba; y Daniel Ortega, presidente de Nicaragua no fueron invitados a la toma de posesión.
Ernesto Araújo, el nuevo canciller de Brasil ha expresado las diferencias ideológicas con estos tres gobiernos.
“Frente a las violaciones del régimen de Ortega contra la libertad del pueblo de Nicaragua, ningún representante de ese régimen será recibido en el evento del día 1”, había comentado en Twitter hace unas semanas.
“No hay lugar para Maduro en una celebración de la democracia y del triunfo de la voluntad popular brasilera”, también tuiteó el canciller en referencia al presidente de Venezuela.
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Uno de los grandes ausentes en la posesión fue Mauricio Macri, presidente de Argentina, quien estás de vacaciones en el sur del país.
En todo caso, Macri y Bolsonaro habían hablado por teléfono en diciembre y tienen una cita programada para el 16 de enero en Brasilia.
Estados Unidos
Mike Pompeo, secretario de Estado del gobierno de Donald Trump asistió en representación de EE.UU.
Aunque Trump no asistió, ambos presidentes han dejado ver su cercanía ideológica en varios temas.
Los controversiales comentarios de Bolsonaro, sus declaraciones en favor del porte de armas, entre otras posiciones, han hecho que algunas personas lo llamen “el Trump de trópico”.
Esta tarde, durante la ceremonia de toma de investidura, el presidente Trump tuiteó: “Felicitaciones al presidente Bolsonaro quien acaba de dar un gran discurso inaugural, ¡EE.UU está contigo!”.
Israel
Otra de las figuras destacadas en la investidura de Bolsonaro fue Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel.
En noviembre, Bolsonaro ya había manifestado su intención de trasladar la embajada de Brasil en Israel de Tel Aviv a Jerusalén.
Durante el fin de semana Netanyahu, luego de una reunión de Bolsonaro, dijo que solo era cuestión de “cuándo” se daría el traslado.
Este cambio representaría un reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, lo que puede provocar no sólo fricciones con palestinos y países árabes, sino también reacciones de la comunidad internacional, cuya posición es que el estatus de Jerusalén debe ser decidido en negociaciones de paz entre israelíes y palestinos.
Hasta ahora, sólo EE.UU. y Guatemala han tomado una medida similar.
Viktor Orbán, primer ministro de Hungría también acompañó al presidente electo.
Marcos Guedes, profesor de ciencia política en la Universidad Federal de Pernambuco, afirma que la presencia de los líderes de derecha de Israel y Hungría tiene motivos ideológicos y económicos.
La visita del líder húngaro, por su parte, indicaría la búsqueda de una alianza política y económica con Brasil, según Guedes.
“Imagino que Israel ve en la aproximación con el gobierno brasileño una oportunidad para crear vínculos comerciales”, afirma Guedes.
La relación con Israel también le interesa a Bolsonaro, que con su cercanía con Netanyahu le hace un guiño al electorado evangélico brasileño, que simpatiza con Israel.
CON INFORMACIÓN DE BBCMUNDO