Cualquier tentativa por la paz que impulse el Gobierno venezolano, de inmediato contará con la reacción de los grupos que enfrentan a la revolución bolivariana, tanto en el país como fuera de él. La mesa de diálogo entre la oposición y el Gobierno que se desarrollaba en República Dominicana y que contaba no solo con el apoyo de aquel gobierno sino con acompañantes como Rodríguez Zapatero, había llegado a un punto bastante avanzado y se preveía la firma de acuerdos sólidos entre las partes en la última ronda de negociaciones.
El cometido del Gobierno gringo era que hubiese cero acercamientos entre la oposición y los representantes del Gobierno, y eso lo habían dejado claro en los encuentros previos que se dieron. La conspiración contra estas sesiones fueron permanentes y de diverso tipo. Hubo mucha presión hacia los países acompañantes para que cesaran en esta tentativa. Sin embargo, estas naciones permanecieron en su rol. Menos México, que sí se retiró.
En las últimas reuniones no fue posible firmar el acuerdo definitivo. Ante esta situación se ha tejido cualquier cantidad de señalamientos en los que se habla de una llamada que le fue hecha al jefe de la delegación opositora, Julio Borges. De acuerdo con ello, se dice que fue el presidente Santos o el secretario de Estado Tillerson, que se encontraba en dicho país. Jorge Rodríguez, jefe de nuestra delegación, ha señalado que algún día se sabrá qué fue lo que pasó en un momento tan crucial.
El presidente D. Medina, quien con su apoyo y hospitalidad para las delegaciones ha jugado un importante papel, en el momento en que no se logró la firma del acuerdo entre las partes dijo: “el diálogo entre el Gobierno y la oposición entra en ‘receso indefinido’”. Esto no era lo que se quería, por lo menos los representantes del Gobierno habían hecho grandes esfuerzos y el texto que se acordó en los últimos días así lo refleja.
Esperemos que muy pronto se reanuden estas conversaciones, que han sido rudas e intensas, con largas horas de conversaciones para lograr un “acuerdo de convivencia democrática” que permita abordar la situación política y económica del país. En el texto que se dio a conocer el sábado 10 se veían importantes “acuerdos parciales”, no menos relevantes para la instauración de la paz que es el anhelo de todos.
Fuente
