Así duermen estas venezolanas en Cúcuta

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Yoselín Ramos, tiene ocho meses de embarazo, duerme tirada en el piso de la calle 6 de La Parada, en Villa del Rosario,(Cúcuta-Colombia).

Hasta donde llegan los venezolanos a improvisar en tierras extrañas un refugio que creían pasajero y se les ha vuelto permanente.

Su hija, de dos años, también está allí. Su colchón son unos cuantos cartones y unas cobijas para que el piso no sea tan duro.

Son las 3:30 de la tarde, la temperatura marca 35 grados y el sol está más fuerte que de costumbre. El calor azota, pero los árboles, que se han convertido en el techo de su refugio, las refresca y evita que el sol las queme.

Yoselín tiene 27 años y no sabe el sexo de su bebé, pues no ha ido a ningún control. “No le tengo ropa ni nada para su llegada”, contó mientras acariciaba su barriga.

Ella llegó hace dos meses de Barquisimeto junto con su hermana Yendira Ramos, quien también pasó por la trocha embarazada con dos hijos pequeños más. Ambas se ubicaron en la cancha de tierra, porque vieron que ‘todos lo hacen’. 

Yendira tuvo los dolores allí y justo hoy, hace un mes, nació su niña en el hospital Erasmo Meoz. “Gracias a Dios nació sanita”, expresó.

Ella armó un mejor cambuche con plásticos y cobijas para tenerla más segura. Es consciente de que no es un lugar apropiado para su bebé. “Es lo que tengo por ahora”, agregó con un gesto de tristeza.

“La situación en Venezuela está muy mal. Trabajaba en una casa de familia, pero ya no me dieron más trabajo y por eso me vine”, dijo la mujer.

Estas hermanas no son las únicas mujeres que duermen a la intemperie. Son decenas de madres, unas embarazadas y otras con hijos pequeños, algunos de brazos, las que han hecho de esta cancha su hogar en Colombia.

“Nadie se ha acercado para ayudarnos. Los niños no tienen ropa y algunos están enfermos”, comentó Alejandra Olarte, mostrando la cabeza de uno de los niños con laceraciones. “Mi sobrino está hospitalizado por una infección en los pulmones”, agregó.

Todas estas mujeres duermen en el piso porque no tienen donde más hacerlo. Las que tienen algo de dinero pasan la noche en las casas ubicadas frente a la cancha, donde les cobran 5 mil o 10 mil pesos.

Otras pueden bañarse en una ducha cuando tienen cómo pagar por este servicio, aunque la mayoría reconoce que va al río Táchira.

“Queremos que nos quieran. Acá hay muchos niños, queremos progresar, salir adelante. No tenemos dónde ir. Nadie nos ayuda”, recalcó Olarte, quien tiene dos hijos, de 7 y 11 años. “Yo pongo un cartón y duermo ahí”, dijo. Esto, agregó, lo hace desde hace 7 meses cuando llegó de Venezuela.

De noche, reconocen, el frío las hace temblar, pues no todas tienen cobija ni abrigo, mucho menos colchón. “Es muy difícil nuestra situación, pero no tenemos para dónde irnos”, expresaron.

“Para nosotras es una bendición la casa de la Divina Providencia, pues al menos nos aseguramos el desayuno y el almuerzo para nosotras y nuestros hijos. Le damos gracias a Dios porque si no fuera por el comedor nos moríamos de hambre”, dijo Olarte.

Lo más triste, reconoció Alejandra, es que cada día que pasa se levanta un nuevo cambuche a su alrededor. El parque, que también está invadido, ya no lo pueden usar, pues los vecinos se molestaron al verlas allí todo el día.

“Nos corren, nos insultan y nos tratan mal. Nosotras no estábamos así en Venezuela, pero nos tocó venirnos por el problema que hay allá. Nosotras no estamos aquí, en estas condiciones, por gusto. ¿Quién quisiera vivir así, en el piso con sus hijos?”, dijeron todas, casi al unísono.

José Manuel y Luis Torres, de 12 y 13 años, escriben en un cuaderno  estrofas de canciones improvisadas a partir de su realidad. En ellas hablan de la frontera, de cómo viven y del sueño que todos anhelan: volver a sus casas con sus familias.

La Opinión / @laopinioncucuta

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1 COMENTARIO

  1. En el mercado libre de San Juan de los morros, las autoridades de la alcaldía están arremetiendo contra los comerciantes, es un atropello de parte de ellos, quieren quitarle los puestos a la gente que con tanto sacrificio han obtenido a lo largo de muchos año, muchos han mantenido a su familia a lo largo de muchos años!!! Ellos no son el problema… En realidad son los bachaqueros que hacen vida alrededor de dicho mercado!!! Ahora les quieren cobrar grandes impuestos, lo que prácticamente los dejara en la quiebra ya que con la situación del país lo poco que se hace es para llevar el pan de cada día a casa!!! Por eso le pedimos a este medio que visiten las instalaciones y hagan un amplio reportaje de lo que allí pasa!!! De antemano gracias por su colaboración, ya que saben a qué es un buen medio de comunicación!!!

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