Caracas.- Con el bono Día de Reyes una mayor cantidad de masa monetaria circula en el país desde el pasado sábado impulsada por la asignación de dichos bonos “especiales” a través del Carnet de la Patria en medio de la difícil situación económica que atraviesa Venezuela.
Las reiteradas bonificaciones entregadas por el gobierno nacional durante el 2017 son consideradas como un factor generador de mayor impacto inflacionario, según algunos analistas, y más en un contexto de fuerte incremento de la liquidez monetaria, de más de 1.000%, solo en 2017.
En ese sentido, el economista José Useche explicó que, por simple teoría, el incremento de la masa monetaria sin una adecuada respuesta del aparato productivo genera un incremento de la inflación. “Todo incremento salarial o bonificación debe ir acompañado de un incremento de la producción de bienes y servicios para satisfacer la demanda”.
Por su parte, el economista Omar Muñoz, profesor en Gerencia Pública en el posgrado de la Facultad de Economía de LUZ, respaldó la medida pero consideró que no debe aplicarse de manera aislada.
Aclaró que si bien el factor producción es importante, el problema reside en que hace “falta una compensación económica a los sectores más deprimidos”, pero los ajustes salariales o entrega de bonos “no son la única medida que se debe tomar”.
“(Hasta el momento) no existe ninguna medida efectiva que garantice el control necesario sobre los precios, sobre la inflación. Dictar medidas que compensen el poder adquisitivo y no tener las que contrarresten los precios no logra el efecto que se persigue”, argumentó Muñoz.
En ese sentido, el director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, expuso recientemente, que en medio de una escenario de hiperinflación, “una política clientelar (cita aumentos de salario, cajas Clap, bonos), poco puede hacer”.
“¿Qué te dice la hiperinflación? Que no hay fondo, que no hay anclas institucionales, ni anclas de política económica. Tú estás a la deriva. Es un deterioro que arrasa con todo el mundo”, alertó.
Por último, el economista Víctor Álvarez ha advertido en sus análisis: “Cuando un gobierno gasta más de lo que le ingresa, lo que hace es inyectar más poder de compra del que sustrae por la vía del cobro de impuestos”, ya que con la caída del PIB existen menos empresas que paguen tributos a la nación.
“Para cubrir esa brecha, el Gobierno y las empresas del Estado se endeudan con el BCV, el cual emite dinero sin respaldo. Y al inyectar ese caudal de dinero a la circulación doméstica, muchos bolívares salen a comprar unos bienes cada vez más escasos, y eso atiza aún más la inflación”, criticó.