Corre el año 1928, y de entre tantas obras producidas por la joven pero fuerte industria del cine, una de ellas destacó por mérito propio: “The Cameraman”, conocida en español como “El Camarógrafo”, obra de cine silente dirigida de forma oficial por Edward Sedgwick y protagonizada y co-dirigida por la leyenda del cine Buster Keaton, un film quizás simple para estándares modernos, pero lleno de una calidad actoral y cinematográfica indudables.
Esta fue la primera película que Keaton filmaría con los estudios MGM (Metro-Goldwyn-Mayer) luego de varios exitosos años junto a Talmadge Studios, el cual dejó de financiar sus proyectos debido a problemas financieros y a la aparición del cine sonoro. Aunque a todas luces es una obra magnífica, esta película significó el comienzo de un profundo debacle en la carrera de Keaton, quien a partir de esta ocasión, comenzaría a perder progresivamente el control creativo de su trabajo.
El escenario es el New York de la década de los 20’s, y Buster, el protagonista, es un fotógrafo retratista que por azares del destino cruza caminos y se enamora de Sally (interpretada por Marceline Day), la cual trabaja en las instalaciones de un noticiero cinematográfico. Buster, creyendo que para merecer su atención debe igualarse a los otros camarógrafos con los que ella trabaja, vende su cámara fotográfica y compra una cámara filmadora algo destartalada.
Son pocos los recursos materiales que tiene, e incluso a pesar de que Harold, otro de los camarógrafos que trabajan con Sally y que también gusta de ella, se burla de él, pero Buster está lleno de motivación, de amor y ánimos por parte de Sally, y así sale a tratar de encontrar la primicia que le consiga un puesto en el noticiero.
Así comienzan las andanzas y tropiezos de Buster por todo New York, tratando de filmar cosas que después pueda vender. Estos intentos, en su mayoría fallidos, son muestra clara del talento de Keaton para la comedia física, muy en boga por aquellos años, y que debido a la naturalidad con las que realizaba las escenas, siempre con un rostro inexpresivo, le valió el apodo de “Cara de Piedra”. Buster, el personaje, nunca había filmado antes, por lo que luego de terminar su primer recorrido y presentar sus hallazgos, vio que toda la cinta de grabación estaba arruinada.
Sally sin embargo acepta salir con él, y van juntos a la piscina pública. Luego de otros tantos incidentes en el lugar, Harold ofrece llevarlos a sus casas, pero su auto es solo de dos asientos, así que Buster ha de montarse en un compartimiento trasero para equipaje, el cual al estar abierto para que pudiese sentarse, hace que se empape con la lluvia que poco después cae.
Las escenas hasta ahora marcan el tono general del filme: Buster intentando impresionar a sus posibles jefes, falla cómicamente, pero encuentra apoyo en Sally. Es este último elemento el cual crea el siguiente punto de giro en la historia: Sally recibe un aviso de que algo grande va a pasar entre las mafias del Barrio Chino, y le avisa a Buster antes que a nadie más, el cual se va a las carreras al lugar, tropezando en el camino con un Organillero y aparentemente matando a su mono mascota, pero por la prisa que cargaba, el asunto no se resolvió y nadie se dio cuenta de que el mono seguía vivo y que decidió acompañar a Buster.
Sobreviviendo a violentos enfrentamientos armados entre los grupos de la mafia, Buster presenta su filmación ante los directivos del noticiero, pero aparentemente ha cometido un error: la cámara no tuvo rollo mientras filmaba.
Apenado por sus errores y por meter a Sally en problemas, Buster decide dejar a esa agencia en paz y volver a su viejo empleo, pero no abandona la filmación. Un día, durante una carrera de botes que se disponía a filmar, descubre que el mono que lo acompaña había cambiado los rollos de filmación, y que si había logrado conseguir material en el Barrio Chino, pero no le da tiempo de alegrarse cuando ve que el bote donde Sally y Harold estaban ha sufrido un accidente, que Harold ha huido del lugar y Sally está en peligro.
No lo piensa dos veces y acude en su ayuda, todo esto mientras el mono filma el rescate, pero cuando regresa con Sally a la orilla y va a buscar algún medico, Harold se presenta y toma créditos por el rescate.
Ya en el tramo final de la historia, Buster envía la cinta correcta del barrio chino por cortesía y a manera de disculpas, y los directivos deciden aceptarlo para reírse un rato, creyendo que se trata de más de sus errores, pero se sorprenden al ver la calidad del material, y la sorpresa del final: el rescate de Sally, filmado por el mono. Buster está caminando por una avenida cuando llega Sally y le dice que ha sido aceptado y que le espera un gran recibimiento, momento en el cual se cruzan con un grandioso desfile, que Buster cree ser en su honor, sin saber que era por el regreso del famoso explorador Charles Lindberg.
En 2005, “The Cameraman” fue seleccionada para pertenecer al archivo histórico del Registro Nacional de Cine de Estados Unidos, un archivo cinematográfico que se dedica a conservar películas cultural, histórica o estéticamente significativas. Keaton, por su parte, ha sido reconocido como el séptimo mejor director de cine de Hollywood, y en 1999 el American Film Institute le otorgó el puesto 21 en su lista de los mejores actores clásicos de Hollywood.
*Pasante ECS/ Unerg
Diego Ranuárez