San Juan de los Morros.- Desde que la gente descubrió que podía hacer plata “fregando” al otro, se ha desatado una ola de especulación sin parangón en las calles de Venezuela.
En la capital guariqueña, deambulan de cuarta a cuarta, los vendedores y hasta parecen magos, porque se desaparecen ante la vista de todos. Hoy están en un sitio y mañana los buscan y ya no están.
En estos días, Ana Carolina, una joven profesora se acercó a la calle Infante, diagonal a Banesco, a media cuadra de la plaza Los Samanes, a comprar un café, vio cuando lo molió, se lo echaron a la bolsa y hasta lo olió y le pareció bien, pero cuando lo coló y fue a probarlo, casi se fue en vómito, dice que “es el peor café que ha tomado en su vida”.
Cuando fue a hacerle el reclamo al vendedor, había desaparecido del lugar como por arte de magia. Al parecer esa es la táctica, embaucar a la gente en un sitio y luego perderse.
A pesar de que lo muelen frente a los incautos compradores, esos inescrupulosos ligan los granos molidos de café con maíz tostado y en ocasiones, les añaden unos quinchonchos, pero de café puro no tiene nada.
El llamado es a las autoridades de la ciudad y a sanidad para que se mantengan vigilantes ante estas tácticas que birlan el menguado presupuesto de los sanjuaneros.
El Tubazo Digital – Ramón Figuera