Lo juro por los huesos de mi padre. Deseo para el nuevo año que haya un Bolívar no sólo soberano, sino también fuerte e indestructible. Basta ya de tanto dolor con ese dólar.
Consideramos que debería llegar un anclaje en que petro, dólar y etcétera estén anclados a nuestra moneda. Por ahora, por ahora… la fiebre, es dólar y más que dolarización es como una “dolorizacion”. Ya gran cantidad de negocios venden pantaletas, hilos, zapatos, entre otros productos, en dólares.
Yo sigo con mi dólar del viernes negro del 83. Dobladito, algo desteñido y nada que me lo aceptan, porque estúpidamente lo lavé y que para darle brillo y fue peor. A donde voy a pagar me dicen con rostros acusadores, mentándome en silencio a la progenitora. “No recibimos ni aceptamos ese billete lavado”.
Rafael Tayupe Zamora – Periodista