San Juan de los Morros.- La Orquesta Sinfónica del Estado Guárico (OSEG) atraviesa en estos momentos por una de las situaciones más dramáticas desde su fundación.
El Equipo de El Tubazo Digital se trasladó el pasado sábado hasta su sede de la Avenida Miranda, en la capital guariqueña.
Conversamos con la profesional de la música Rebeca Calderón quien funge como directora general de la Fundación Orquesta Sinfónica del Estado Guárico.
A oscuras
La sede que da vida a los ensayos musicales se encuentra sin electricidad. Este ocho de septiembre cumple dos años sin luz. No hay conexión con el poste de alumbrado, se robaron 50 metros de cable y toda la sede quedó sin electricidad.
Secos
El tema del agua es otro drama, Calderón relata que a mediados de esta fecha, el año pasado se robaron la llave de paso y no sube agua. El personal debe cruzar a la Funeraria que queda al frente “nos ayudaN dándonos tobos de agua”.
La sede
En cuanto al estado en el cual se encuesta la infraestructura, la vocera expone que la misma “está comida por las filtraciones. No tenemos manto asfáltico, hay demasiado humedad, las oficinas tienen filtraciones”.
Mas grave aun es el estado en que se encuentran los baños. “Ninguno de los baños está habilitado. Ninguno sirve”.
Sin personal
Otro de los problemas no menos importante, es la falta de personal. Calderón expone en su recorrido por las instalaciones que no cuentan con personal de vigilancia. El último lo tuvimos alrededor del 2018 pero lamentablemente se fue del país.
En cuanto a personal de mantenimiento “solo tenemos una señora, ella se encarga de mantener las áreas internas limpias”.
Como escuela sin maestro
Como si ya no fuera suficiente con las carencias, nos encontramos con la cruda realidad de que los músicos ensayan solos. Como en una escuela donde no hay maestros.
“Estamos sin director desde diciembre de 2019, el director era el profesor Carlos Calderón, pero se fue del país. Antes de él, teníamos un año sin director.
Cuenta nuestra declarante que “arrancamos en 2020 con un plan ambicioso, con fechas establecidas, pero con la pandemia todo ese plan se vino a menos”.
Dotación
En cuanto a la dotación de instrumentos musicales, herramientas necesarias para poder realizar esta labor, señala que “la última dotación fue en 2009 por parte del Instituto de Artes Escénicas y Musicales (IAEM).
Con la directora quisimos abordar el tema administrativo, para entender cómo funciona la orquesta.
“la orquestra depende administrativamente de la Gobernación. Nosotros somos una fundación, la planta física y todo, depende de la Gobernación.
Reconoce que “todas las gobernaciones le han metido la mano, han apoyado con remodelaciones”.
En la actualidad expone que “Las gobernación nos apoya, nos da presupuestos para gastos de personal pero no cubren las necesidades de infraestructura”.
En cuanto al pago de músicos Calderón nos explica que los integrantes de la Orquesta Sinfónica reciben un honorario profesional.
“Este es otorgado por la Gobernación del estado Guárico. Es un logro significativo, pues hasta junio de 2019 los músicos se les pagaba era beca salario o bolsa de trabajo” relata.
Reitera que en junio de 2019, hubo una decisión administrativa de reconocer la labor de los músicos de la OSEG como músicos profesionales contratado con pago mensual.
Quedan pocos
En relación a la cantidad de músico Calderón narra que para 2016 contaban con 78 músicos, en 2017 con la migración muchos se fueron del país.
Agrega que a partir de 2019, comenzaron el año con cinco músicos. Con el último director, en ese año aumentaron a 20 y a finales de ese año contaban con 38. Sin embargo, actualmente solo cuentan con 18 músicos.
La esperanza de todos es seguir creciendo, estos brillantes jóvenes son estudiantes de bachillerato y algunos universitarios.
Alianzas
En el encuentro nos relatan que a parte de la gobernación no tienen vínculos con nadie. Anteriormente con Marcos Carrillo como director y con la profesora Elisa Pineda de Belisario, ellos hacían convenios con empresas privadas y se podían hacer giras y presentaciones. Expone que llegó un punto en que no se consiguió más.
Un reto
La sede está en el suelo, hace algunos años llegó a tener aires acondicionados. El hampa entró y se robó las conexiones y hoy están destartalados. Sin transporte y ni siquiera una computadora para hacer un programa.
Por encima de esta realidad, los jóvenes y su directora no dejan de ir a la orquesta. Ninguno abandona su sueño.
Verdaderamente estamos ante una valiente juventud que no se echa a llorar y en medio de la crisis exige atención si dejar de formarse.
Usted, que está leyendo este trabajo, puede preguntarse ¿que podríamos hacer por estos jóvenes?
Orlando Medina Bencomo / El Tubazo Digital