Caracas.-Sam Ballard, era un joven australiano, estaba lleno de energía y era un prometedor jugador de rugby.
Pero su vida cambió cuando en el 2010 cuando unos amigos de Ballard lo desafiaron, como broma, a comerse una babosa que vieron en el patio de su casa, en Sydney.
Pero fue luego de unos días cuando Ballard comenzó a quejarse de dolores en las piernas.
Efectivamente, todo radicaba en la babosa, que lo llevó a contraer un gusano pulmonar de rata, o angiostrongiliasis, un parásito portado por ratas que afecta al cerebro y la médula espinal.
Luego de 10 años en una larga lucha por adaptarse a su nueva condición, Sam Ballard murió, rodeado de su familia y compañeros, de acuerdo con medios internacionales.
Jimmy Galvin, amigo de Sam y quien lo retó aquella noche a comer el gusano, le dijo a News que le pidió perdón, por incitarlo a comer algo que le terminó quitando la vida.
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