Caracas.-Guillermo de Oliveira debuta en el largometraje con un extraordinario documental cargado de emoción y ganas de poner las cosas en su sitio piedra por piedra. ‘Desenterrando Sad Hill’ es un soplo de aire fresco en el documental español.
Esa fábrica de sueños que siempre ha sido el cine es el punto de partida de ‘Desenterrando Sad Hill’, un proyecto que empezó desde la inocencia que sus responsables no han perdido ni siquiera al presentar su trabajo en los festivales más prestigiosos del mundo. El documental cuenta la increíble historia de los restos de una de las localizaciones cinematográficas más recordadas por los aficionados al western: el cementerio del clímax del clásico de Sergio Leone ‘El bueno, el feo y el malo’.
La historia tiene un punto de partida peculiar. En 1966, el Ejército Español fue el fichaje de lujo de la producción de la película y se encargó de la recreación de un enorme cementerio de más de 5.000 tumbas en el Valle de Mirandilla, Burgos. La localización sería el escenario ideal para el clímax de la película ‘El bueno, el feo y el malo’.
Tras el rodaje, el lugar quedó completamente abandonado y durante cincuenta años la vegetación cubrió todas y cada una de las piedras. Así, como una peripecia histórico-arqueológica de España, se ponen las primeras piedras de Sad Hill medio siglo más tarde.
A pesar de un inicio de aventura más parecido a la acción social por preservar un lugar histórico (y ficticio), la llegada de Guillermo de Oliveira a finales de 2014 aporta al proyecto algo más de entidad. Oliveira es uno de los directores de fan-movies mejor valorados del mundo, y su gusto por el género y la puesta en escena se aprecian en cualquiera de sus trabajos anteriores.
El resultado final, además de la emoción, cuenta con un puñado de rostros legendarios aportando su granito de arena, algo que, según nos contaba el propio director, no fue muy sencillo: “Morricone casi nos echa de su casa cuando nos vio llegar. Gritaba que ya había dado todas las entrevistas que quería dar en su vida. Su mujer María le hizo entrar en razón y al final fue encantador. Nos llevó a su despacho (que guarda bajo llave en su propia casa), nos enseñó sus premios y hasta nos regaló unos CDs con una música muy rara que le encantaba”.
‘Desenterrando Sad Hill’ es un sentido y emocionante homenaje a los sueños que termina como un agradecimiento al séptimo arte. Y lo hace saldando un par de conmovedoras deudas emocionales. Te guste o no el western, el nudo en la garganta no te lo quita nadie en este emotivo y muy honesto trabajo documental.
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