San Juan de los Morros.- Docentes y comunidad educativa del Liceo Juan Germán Roscio de San Juan de los Morros rindieron sentido homenaje a un gran docente: Eduardo Crespo Peraza.
La actividad estuvo a cargo de Zulay Moreno, coordinadora de 5to año del Liceo Roscio, quien aportó detalles de este hombre dedicado a la educación y al deporte.
Aunque muchos no conocen la historia de Eduardo Crespo Peraza, la cancha de este plantel guariqueño lleva su nombre siendo recordado por los docentes.
El evento logró reunir a personajes de la talla de Argenis Ranuárez Angarita, profesores de deporte ya jubilados, estudiantes y demás personalidades del ámbito educativo.
Conozca la historia del profesor Eduardo Crespo Peraza:
El cronista, periodista y maestro de escuela, Argenis Ranuárez Angarita aportó más detalles sobre la vida y obra de este importante personaje.
Nació el 7 de noviembre de 1919 en “El Empedrado”, un sector de la parroquia San Juan de Caracas.
Pasó a la historia de la educación y del deporte en Venezuela por una obra que se pierde de vista.
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“Dolorosamente la misma no es conocida por las nuevas generaciones. Crespo Peraza participó en la formación de niños de la calle en Los Teques, en el Pre-Orientación”, dijo.
Se trataba de una dependencia del Consejo Venezolano del Niño, donde logró convertirse en entrenador y fabricó campeones, gracias a su constancia.
“Este personaje se convirtió en un atleta destacado en: Basquetbol, fútbol, beisbol y softbol”, dijo el historiador.
Crespo Peraza ejerció la condición de atleta en juegos nacionales viajó por las Antillas jugó en Caracas junto a equipos internacionales.
Dijo Ranuárez que éste vivió siempre en residencias, “sobrio, emprendedor y llegó a San Juan de los Morros 1 de noviembre de 1959”.
Guárico lo cobijó durante 24 años, pues “lo llamaron del Ministerio de Educación para hacer una suplencia en las Escuelas Aranda, República del Brasil y Liceo Roscio”.
En estos planteles dijo Ranuárez, marco la diferencia con sus conocimientos y carisma. No se casó, permaneció soltero hasta el final de sus días.
Crió como hijo suyo a un sobrino, Carlos Crespo a quien convirtió en profesor y abogado.
Eduardo Crespo Peraza se quedó en Guárico hasta recibir su jubilación en 1984 de manos de Luis Herrera Campins en el Palacio de Miraflores.
Frineth Trocel / El Tubazo Digital
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