El carnaval en San Juan: Altos y bajos entre fiestas y locuras

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El conjunto de Leo Rodríguez, cantaba Venezuela Rodríguez, en 1957,entre otros, Simón Mota, Pildorín, Miguel Ortega Martínez Leo, el director, en el Club La Fuentecita.

San Juan de los Morros.- Carnaval, según el diccionario, proviene del italiano y significa tiempo que se dedicaba a la diversión entre el día de Reyes y el miércoles de ceniza y también se aplica para los tres días anteriores a ese miércoles.

En Venezuela comienza el viernes y termina el martes, asueto aprovechado por muchos para irse a playa, campo o montaña y quienes se quedan en pueblos y ciudades se dividen en los que descansan, leen y duermen, y los que celebran de diferentes maneras, desde fiestas de calle, disfraces, comparsas, hasta los que juegan con agua en latas perolas, y con bombas, en una tradición que los gobiernos han enfrentado con el arresto de los jugadores de carnaval con agua y otras sustancias como pintura, ceniza, negro humo, fétidas como el famoso peo liquido y algunas administraciones los han contrarrestados con programaciones cívicas como desfiles y concursos.

Maury I, en su carroza de la Flor Nacional, diseñada por el profesor Marchini, José García –Loquillo-, infaltable con su entusiasmo.

En San Juan de los Morros, el carnaval ha sufrido los más increíbles altos y bajos. Durante las primeras décadas del siglo XX, se realizaba actividad de plaza, durante la década de los cuarenta, se iniciaron los desfiles y concursos de disfraces en una actividad de limitada participación.

La década de los cincuenta, el carnaval adquiere una especial significación dada la importancia que el gobernó de Marcos Pérez Jiménez les dio. Las escuelas públicas y privadas desfilaban con sus alumnos disfrazados, se impuso la tradición de grandes carrozas con las más disímiles motivos .

La costumbre de jugar con agua se limitaba a la mañana y por la tarde, los desfiles y concursos. Por la noche, Los Baños Termales eran el sitio para las fiestas con orquestas.

BELLA REINA ISABEL LEON, -1953-, con el Gobernador Medina Ron

El gobernador del Estado Guárico desde 1952 hasta 1957, el abogado vallepascuense Doctor Emigdio Medina Ron, participaba con su familia en los actos, coronaba a las reinas y dedicaba una fiesta a la soberana del pueblo.

 Inolvidable en los anales del carnaval sanjuanero, es el carnaval de 1953, cuando fue reina la bella estudiante del liceo Juan Germán Roscio, Isabel León, llamada cariñosamente LA NEGRA LEON, bella aún en estos días, viuda del coronel Guardia Nacional Raúl Cornet Mendoza, quien vino como comandante del Destacamento 28 de las FAC, se enamoró de la dulce, educada y sencilla joven, y se quedó aquí para siempre, en su casa de campo llamada EL SAPITO, camino hacia El Castrero, desde 1965.

Un viejo Renault de los cincuenta, con más de veinte muchachos.

En los comienzos de la democracia, se mantuvo la tradición de una fiesta de gala en la residencia oficial del Gobernador, llamada desde siempre LA CASA AMARILLA. Hasta el Gobernador Juan Manuel Barrios, quien gobernó tres años y medio del periodo de cinco del Doctor Raúl Leoni, mantuvo esa tradición.

El Gobernador nacido en El Socorro, abogado y dirigente de URD, Doctor Daniel Corado Belisario, dio instrucciones para un carnaval DE LAS REINAS, con la intención de hacer el carnaval menos elitesco. Fueron elegidas reinas en barrios y urbanizaciones, con actos de coronación y fiesta por sectores. Era el año 1967.

Cuatro meses más tarde, se celebraría el PRIMER FESTIVAL TURÍSTICO DE San Juan de los Morros, en el cual fue electa reina Jazmín Páez Domínguez. En esos años sesenta que finalizaban, fueron elaboradas grandes y bellas carrozas, diseñadas por el Profesor Giovanni Marchini, italiano que enseñaba dibujo técnico en la Escuela Industrial. Se recuerda de esos años, una orquídea-flor nacional-, y una con un trío de caballos blancos.

DECADA DE LOS SETENTA

La participación de escolares de todos los niveles de educación pública y privada, se impone en la década de los setenta. Los grandes bailes en clubes-San Luis, La Fuentecita, Comercio, Italo, Los Cocos y en los Baños Termales, fueron amenizados por las orquestas de los Hermanos Belisario, Siboney, Billos, Los Melódicos, el grupo de Leo Rodríguez, de grata recordación, la agrupación de Raúl Bolívar llamada a lo largo de su vida, con los nombres Raúl y su ritmo, Raúl y su combo y Raúl y su sexteto, Los Chevys de Miguel Fajardo Tiapa.

 En 1972, conocimos a un hermano de Carlos “Gordo” Antón, quien representada a un Steel Band de la costa aragüeña y por varios años logramos traer a ese grupo para acompañar a los desfiles los cuatro días de la festividad.

La organización de desfiles, elección y coronación de las reinas, disminuyó notablemente el juego de carnaval con agua y sustancias tóxicas. Un sitio emblemático fue siempre MI RANCHO, ubicado en el sector la redoma, donde hoy están las viviendas militares. Su propietario, el señor José Roa -mesonero en Miraflores durante el Gobierno de Pérez Jiménez-, junto a esposa e hijos, fueron grandes promotores de las fiestas.

Eduardo Lecumberre, -alumno nuestro-, en 1969, en comparsa de indígenas.

Infaltables con su contagiosa alegría, eran el margariteño José “Loquillo” García, los hermanos Salas-Rodríguez, en especial Edén, Ana y Pancho, recientemente fallecidos. Teobaldo Mieres dio vida al carnaval de San Juan con sus canciones y ocurrencias. Rey Momo fue muchas veces Guillermo Arreaza, llamado EL GORDO ARREAZA, comerciante de la avenida Bolívar, quien también fue prefecto del extinto Distrito Roscio del Estado Guárico.

El comerciante Felipe Yáker fue otro gran entusiasta del carnaval, así como Santos Thomas Stamford, “el negro sartén”, Víctor “Buitre” Quintero, el profesor Jesús Carrasco y los esposos María y Ubaldo Zerpa.

Otros locales comerciales que realizaban fiestas de carnaval, fueron las discotecas El Ancla, La Mariposa, La Estrella y el Motel Santa Mónica. Concursos y bailes de calle famosos fueron en la calle Miranda -Raúl Bolívar entre sus promotores-, en la Mellado, en la calle principal de La Morera y en la calle Cedeño, entre los más destacados.

La señora Mélida Hernández de Padilla, desde el cargo de directora de la Fundación del niño, en la administración de Eduardo Manuitt, promovió bien organizados desfiles de carrozas y de comparsas, con premios para los ganadores y tarima para autoridades y jurado.

Lamentablemente, el gran trabajo de maestros, alumnos y representantes en carrozas que solo desfilaban un día, no era aprovechado al máximo como en Zaraza y otras ciudades donde desfilan los cuatro días de celebración.

Allí estamos, en Rio Verde, con el poeta Alí Almeida y su familia, en pleno disfrute, lunes de Carnaval.

 

EL CARNAVAL HOY

No se ha perdido la tradición, a pesar de la crisis actual del país. El pasado viernes, La Villa Olímpica fue escenario de un macro desfile de escolares disfrazados, con el entusiasmo de siempre.

 A sus padres y maestros se debe que la tradición no haya muerto. Muchos altos y bajos ha tenido a lo largo de la historia del pueblo de los Morros hoy ciudad universitaria.

Nosotros, hasta hace poco, cuando tuvimos el privilegio de tener cuatro ruedas, íbamos con nuestra familia a sitios cercanos como Ortiz y Rio Verde, donde disfrutábamos de un día de baño, sancocho , coversa y trago, en turismo interno barato y fácil, lamentablemente hoy perdido.

Argenis Ranuárez Angarita 

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