Pensilvania.- La jueza Mary Hannah Leavitt decretó este jueves que el estado de Pensilvania no tenía derecho a cambiar la fecha límite de la elección. En consecuencia, las papeletas que llegaron después del tiempo establecido no serán contadas.
La acción aprobada por la secretaria de la entidad, Kathy Boockvar, permitió a los votantes por correo presentar sus pruebas de identidad más tarde. Ahora, los votos de quienes no se identificaron a tiempo acorde con la fecha inicial no deben ser contados.
Asimismo, se descontarán todas las papeletas cuyos dueños no lograron demostrar su identidad hasta el 9 de noviembre.
Boockvar extendió aquella fecha límite hasta el 12 de noviembre y la campaña de Donald Trump desafió la legitimidad de esa decisión mediante una demanda.
La ley estatal dictaminaba que los votantes tenían hasta seis jornadas después del día de las elecciones presidenciales para resolver los problemas con la identificación. O, más específicamente, para completar el debido procedimiento.
Pero después, Boockvar decidió prolongar por tres días la fecha para probar la identidad de los votantes, hasta el 12 de noviembre.
El fallo de la jueza que ilegitimiza ese paso coincide con el argumento de la campaña de Trump. Es decir, que las autoridades estatales no tenían bases legales para prolongar unilateralmente la fecha límite para la identificación.
Este no ha sido el primer desafío legal planteado por la campaña de Trump en Pensilvania en relación con la votación. Este viernes tendrá lugar otra audiencia judicial sobre miles de papeletas supuestamente contadas con irregularidades.
Además, se espera una respuesta de la Corte Suprema de EE.UU. sobre si la Corte Suprema de Pensilvania tenía derecho a extender por tres días la aceptación de los votos por correo.
Con información de Actualidad RT
