Caracas.- La mayoría de la comunidad internacional no reconoce los resultados de las elecciones presidenciales celebradas este domingo en Nicaragua.
En dichos comicios, el presidente Daniel Ortega, con sus rivales encarcelados o exiliados, obtuvo el 75% de los votos y blindó un quinto mandato. Nuevamente en compañía de su esposa Rosario Murillo como vicepresidenta.
Ortega, en el poder desde 2007, logró su propósito de salir reelegido para un nuevo mandato de cinco años. Eso sí, antes envió a prisión a siete aspirantes presidenciales de la oposición, acusados de “traición a la patria”.
Por otro lado, según el Consejo Supremo Electoral (CSE), en estas elecciones de Nicaragua votó el 65,34%. Sin embargo, según el observatorio multidisciplinario independiente ‘Urnas Abiertas’ sólo participó el 18,5%.
Por tales circunstancias, y algunas otras, los referidos comicios han generado el rechazo generalizado de la oposición en el exilio y de la comunidad internacional.
“UNA PANTOMIMA”
Las elecciones en Nicaragua han sido una “pantomima ni libre, ni justa, y ciertamente, no democrática”, declaró el presidente de EE.UU., Joe Biden. Eso tras anunciar que usará “todas las herramientas diplomáticas y económicas” a su disposición para pedir responsabilidades para ampliar las sanciones a Nicaragua. Entre ellas, incluida la llamada ley Renacer.
Biden urgió al “régimen de Ortega-Murrillo” a tomar “inmediatamente” los pasos necesarios para “restaurar” la democracia. Además pidió que se libere “inmediata e incondicionalmente” a los opositores encarcelados.
Por su parte, la Unión Europea consideró que la reelección de Daniel Ortega carece de “legitimidad”, al celebrarse los comicios “sin garantías democráticas”. Incluso, completa la conversión del país en un “régimen autocrático”, explicó.
El alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, hizo un llamamiento a Ortega para que libere de forma “inmediata e incondicional” a todos los presos políticos y anule los procedimientos judiciales en su contra.
La UE exigió a Ortega que “devuelva la soberanía de Nicaragua al pueblo” y anunció que está considerando “todos los instrumentos” a su “disposición para tomar medidas adicionales, incluidas aquellas que puedan ir más allá de las restricciones individuales”.
Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA) habían condenado, antes de la celebración de los comicios, el arresto de siete precandidatos a la presidencia de la oposición, la eliminación de tres partidos políticos opositores, la derogación de la observación electoral y el establecimiento de leyes que restringían la participación en el proceso.
ESPAÑA Y ALEMANIA TAMBIÉN SE PRONUNCIARON
España también se sumó al grupo de países que critican abiertamente las elecciones en Nicaragua. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, declaró este lunes que los comicios “no se pueden llamar elecciones”. Porque “han sido una burla”, dijo el funcionario español, quien exigió la liberación de los opositores y periodistas detenidos en el país centroamericano.
El pasado 11 de agosto, el Gobierno español llamó a consultas a su embajadora en Managua. Esto último como respuesta a las “graves e infundadas acusaciones” de la Cancillería nicaragüense contra España y sus instituciones.
El Gobierno alemán también criticó que las elecciones generales del domingo no hayan cumplido con los estándares mínimos.
“Llamamos al gobierno en Nicaragua a regresar al proceso democrático y a poner en libertad de inmediato a los presos políticos”. Eso dijo la portavoz de Exteriores alemana, Andrea Sasse.
APOYO DE LOS GOBIERNOS DE RUSIA Y VENEZUELA
En el lado opuesto, los Gobiernos de Rusia y Venezuela, aliados tradicionales de Ortega, salieron en defensa del presidente nicaragüense. Incluso elogiaron la forma en que se llevaron a cabo los comicios.
Las elecciones se han celebrado de forma “organizada” y han cumplido con la legislación local, afirmó este lunes el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
El funcionario ruso agregó que la cita con las urnas se desarrolló en medio de “presiones sin precedentes” sobre las autoridades de Nicaragua. Además denunció que EEUU protagonizó una campaña para evitar el reconocimiento de los resultados.
En tanto, el presidente Nicolás Maduro felicitó a Nicaragua por sus elecciones en “una jornada de paz” y destacó el “buen nivel” de participación.
“Buenas noticias llegan de Nicaragua, buen nivel de participación popular en las elecciones de hoy. El pueblo en paz participando en los centros de votación”, destacó Maduro este domingo.
“Votar en Nicaragua, votar en Venezuela es dar un paso a la paz, a la estabilidad, al progreso, a la prosperidad de nuestros países”, añadió.
SIN RECONOCIMIENTO
El Gobierno de Costa Rica, país que acoge a miles de exiliados nicaragüenses, anunció este domingo que no reconoce el proceso electoral realizado en Nicaragua. Principalmente, por la “ausencia de condiciones y garantías” requeridas en una democracia para acreditar las elecciones como transparentes, creíbles, independientes, libres, justas e inclusivas; explicó.
“El pronóstico de Nicaragua es reservado”, aseguró por su parte el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, quien enfatizó que “la postura de Ecuador, en términos generales, será siempre de respaldo a la democracia y a los principios de libertad. Ojalá que Nicaragua se encauce por ese camino”.
La ola internacional de rechazo a la situación política y el proceso electoral y el desconocimiento de los resultados de los comicios no son, sin embargo, motivo de preocupación para las autoridades nicaragüenses.
El ministro de Relaciones Exteriores, Denis Moncada, afirmó este domingo que el Gobierno de Daniel Ortega no teme al hecho de que la comunidad internacional desconozca las elecciones generales.
“No vamos a intimidarnos con sus amenazas, con sus medidas unilaterales, con sus sanciones, con sus amenazas de desconocimiento de elecciones”, declaró el canciller Moncada en referencia a la comunidad internacional, principalmente a Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
Con información de la EFE