Elías Jaua Milano / Independencia y economía

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La semana que acaba de transcurrir estuvo marcada por una ofensiva internacional del gobierno venezolano, en el contexto de la realización de la Asamblea General de las Naciones Unidas y de la visita oficial a Rusia, con el saldo positivo de la reafirmación del reconocimiento internacional a la legitimidad constitucional del gobierno del Presidente Nicolás Maduro.

Así quedó demostrado con la acreditación y participación oficial del Canciller y la Vicepresidenta de la República en las sesiones multilaterales celebradas en Nueva York. La estrategia del gobierno de los Estados Unidos de crear escenarios paralelos para intentar legitimar al fallido gobierno, inconstitucional, de Guaidó, pasaron sin pena ni gloria.

La presentación, por parte del Presidente de Colombia, de una foto donde miembros del ELN reclutaban niños en territorio venezolano, que luego fue desmentida por la propia prensa colombiana y la grave afirmación hecha por la esposa de Leopoldo López, acerca del apoyo que reciben de grupos paramilitares, terminaron por restar credibilidad y confianza a la estrategia de legitimación del fallido gobierno tutelado por Donald Trump, por cierto ahora sometido a un juicio político por parte del Congreso de su país.

Todo lo ocurrido en este escenario internacional debilita las políticas de agresión extranjera contra nuestra Patria y abonan a la estabilidad política interna. En paralelo en nuestro territorio, se concretó la incorporación del Bloque de la Patria a la Asamblea Nacional, en un nuevo esfuerzo hacia la indispensable normalización de la vida institucional del país.

Particularmente considero que estos esfuerzos internacionales y de política interna no deben ser vistos como un pulseo de los actores políticos, sino valorados como pasos para consolidar la Independencia y la paz de Venezuela.  Pasos necesarios para, aun en medio del bloqueo, ir superando las graves dificultades que atraviesa la economía familiar.

Hoy más que nunca la expansión de producción nacional y el consumo interno necesario, son indispensables para dinamizar y fortalecer nuestra economía, como base de nuestra Independencia.

La banca pública y privada deben desarrollar una masiva política de créditos en bolívares, con carteras obligatorias, direccionadas y supervisadas de manera priorizada en las áreas de petróleo y petroquímica, energía eléctrica, agro alimentos y construcción para empresas grandes, medianas, pequeñas, privadas, públicas, cooperativas, comunales y familiares.

De igual manera, se debe avanzar en una política paulatina de recuperación del salario real, acompañada de subsidios temporales, priorizando por los trabajadores y las trabajadoras de la educación y la salud pública, ya que la garantía de la prestación de estos derechos constituyen parte fundamental del salario social de la población  y del cuido y desarrollo necesario de una generación de niños, niñas y jóvenes, garantes del porvenir nacional.

Preservar la circulación de nuestra moneda, elevar a los máximos niveles la producción de bienes esenciales y proteger el poder adquisitivo del pueblo trabajador son principios fundamentales para consolidar la unidad y la paz nacional, necesarias para enfrentar la grosera agresión extranjera y de los factores extremistas internos. Para la batalla, de la magnitud que estamos librando, necesitamos un pueblo moralizado, con derechos y con poder. ¡La Patria vencerá!.

Elías Jaua Milano

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