Empató con Celta / Barcelona sigue invicto en su camino hacia el título

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España.- El Barça más desnaturalizado salvó la salida más compleja que le quedaba con un empate trabajado. El líder, plagado de poco habituales, jugó bien, se puso dos veces por delante y resistió al coraje de Aspas, capaz de sostenerlo a un equipo con sus brazos. Usó uno para empatar, es cierto, pero cuajó un partido monumental, logrando que el Celta sumara un punto valioso.

La capitanía de Marc-André Ter Stegen venía dada por ser el más veterano sobre el césped. De acuerdo. Pero el rendimiento también debería premiarse con el brazalete, y el alemán es culpable de la gran campaña del Barça.

En Balaídos, con la rotación salvaje decretada por Valverde, el blindaje del portero en los disparos a bocajarro fue fundamental para no irse al descanso con derrota.

Si a Maxi le sacó un disparo de área pequeña, a Brais le regaló una parada antológica, a mano cambiada, sacándola de la escuadra. En el empate, al borde del descanso, tuvo poco que hacer.

André Gomes recibió el encargo de dirigir el juego desde el salón del pivote. Estuvo activo el portugués guardando la posición, y permitió a los volantes (Denis, Coutinho y Paulinho) soltarse en ataque. Ellos tuvieron las mejores opciones -un tiro cruzado de Denis, un cabezazo al palo de Paulinho-, mientras la defensa sufría en la contras.

Eso sí, Yerry Mina, la gran novedad junto a Vermaelen (Tom y Yerry, al fin juntos), encajó bien en el equipo, imponiendo su corpulencia.

Después de un buen puñado de ocasiones sin premio, decidieron los errores. El de Jonny al cruzar un balón desde el lateral lo coronó Dembélé con una volea estupenda de zurda.

El falso lateral zurdo del Celta -es diestro- se redimió pronto. Evitó el segundo rebañando la pelota a Paulinho y se fue a la contra, tras un error entre André y Dembélé, para coronar el centro de Maxi Gómez.

Entró Lionel Messi en el segundo tiempo y el equipo azulgrana se agrandó. Eso sí, no intervino en el 1-2. Combinó Semedo con Dembélé, el lateral sirvió el centro al área chica, remató Paulinho, tocó Sergio y, por si las dudas, remachó Alcácer

Al Celta no le valía más que el triunfo para arrimarse a Europa. Por supuesto, fue Iago Aspas quien devolvió la fe a Balaídos. Primero, hurgó a la espalda de Sergi Roberto, obligándole a agarrarle cuando se iba solo a gol. Roja, diez minutos después de entrar al campo. La primera expulsión del Barça en la temporada.

Después, con la entrada de Emre Mor, Aspas sacó el ingenio para aprovechar el único error de Ter Stegen y acompañar su rechace corto con la mano.

Con Aspas encendido, el Celta trató de derrotar al líder por vez primera. Pudo lograrlo Boyé, solo en mano a mano tras recibir un balón maravilloso de Iago. Falló al resolver. No hubo más.

El Barça logró su objetivo de mantener virgen su casillero de derrotas, y el Celta salda su cara a cara liguero ante el líder con dos empates. Poca recompensa si se rompe Aspas, como pareció al final, se escapa Europa.

Fuente

José María Rodríguez

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