En los primeros tres meses de 2020 la violencia en todos los centros de detención del país ha ido en crecimiento sostenido.
En el primer trimestre de 2019 hubo 29 homicidios en estas instalaciones, mientras que en el mismo lapso del año en curso hubo 39, es decir, un 34% de incremento.
De los casos reportados este año, 22 han ocurrido en instalaciones del estado Aragua (Tocorón y Alayón).
A esto se debe sumar unas 51 muertes por la aplicación oficiosa de la llamada “ley de fuga”, por la que ultimaron a 35 individuos que escaparon del retén San Carlos del estado Zulia, y por lo menos otros 16 en casos aislados en varios estados del país.
Igualmente, las condiciones de insalubridad en las cárceles y los retenes son inocultables.
Según Una ventana para la libertad, en el primer trimestre de 2020 han fallecido 11 reclusos en los centros monitoreados por esa organización en quince estados del país.
Por lo que la cifra puede ser aún más elevada. La enfermedad más letal para los reos sería la tuberculosis, que ha ocasionado seis decesos hasta finales de marzo.
Esta situación ha continuado. El viernes 17 de abril fue reportada la muerte de de 31 años de edad, quien permanecía en el retén de la Costa Oriental del Lago Norte (Zulia).
El mismo ya purgaba una condena de siete años de prisión por robo, y por cierto ya tenía más de la mitad de la pena cumplida.
Javier Mayorca / Tomado de Crimenes sin castigo