***Un médico guariqueño diagnostica el primer caso y lo meten preso***
1 El doctor Rosendo Gómez Peraza, nacido en Zaraza en 1880, detectó el primer caso de peste bubónica en La Guaira en 1908, y el presidente Cipriano Castro lo mandó a encarcelar por alterar la paz con su diagnóstico, lo que demuestra que el poder actúa de la misma manera en cualquier época y en cualquier lugar del planeta cuando de epidemias se trata.
2 Marcel Roche dice textualmente: “El comienzo de la peste en nuestro litoral queda parcialmente oculto en las nieblas de la anécdota. Es claro, sin embargo, que fue el Dr. Rosendo Gómez Peraza quien diagnosticó los primeros casos”.
3 Luego del diagnóstico de Gómez Peraza aparecieron seis casos más y murieron tres personas. Gómez Peraza sugirió la presencia del bachiller Rafael Rangel para hacer precisiones en el laboratorio y así poder probar que tiene razón. El Presidente Cipriano Castro inmediatamente dio la orden para que Rangel se trasladara a la Guaira.
4 Rangel hizo frotis con el pus de los ganglios, sembró cultivos e inoculó ratas y conejillos de Indias. No hubo reacciones que indicaran peste en sus experimentos y así lo afirmó publicamente.
Gómez Peraza fue acusado formalmente y rematado: lo enviaron a la Rotunda y le colocaron grillos en los pies. La solicitud de encarcelamiento la hizo el vicepresidente Juan Vicente Gómez.
Pero los casos de la enfermedad con ganglios y fiebre seguían apareciendo. Rangel, luego de un mes, logró encontrar el bacilo de la peste en su laboratorio y comienza a tratar a los enfermos. Castro decreta el cierre del puerto de La Guaira y manda a liberar al médico guariqueño.
5 Gómez Peraza, sientiéndose rehabilitado, empieza a trabajar junto a Rangel para combatir la peste. Castro nombra a Gómez Peraza administrador de las casas de camino o degredo para evitar el movimiento de los enfermos (lo que hoy denominamos distanciamiento social o físico) y someter a cuarentena a los sospechosos.
6 Gómez Peraza no guarda rencor contra Rangel ni contra Castro. A este último le dice: “Puede Ud. contar, General, que sabré cumplir con mi deber hasta que haya terminado, como toca a su fin, esta enfermedad”. No acepta una remuneración especial por su trabajo, el cual cumple abnegadamente.
7 Finalizada la epidemia Castro otorgó a Rangel y a Gómez Peraza la órden del Busto del Libertador en su Tercera Clase.
Edgardo Rafael Malaspina Guerra Imagen: Doctor Rosendo Gómez Peraza.