Caracas.- El gobierno de Estados Unidos descartó de momento una intervención militar para superar la crisis en Nicaragua, dijo Carlos Trujillo, embajador estadounidense ante la Organización de Estados Americanos.
“Estados Unidos va a hacer todo lo posible para que Nicaragua regrese a la democracia”, afirmó Trujillo. “Todas las opciones están sobre la mesa”, indicó, aunque preguntado si eso incluye una opción militar, respondió: “En este momento, no”.
El diplomático declaró que Managua tiene que regresar a las conversaciones y consideró bastante graves los señalamientos de Daniel Ortega contra los obispos. “Cuando el gobierno acusa a los mediadores de ser terroristas, se hace bien difícil regresar al diálogo”, señaló.
Ortega calificó el jueves de golpistas a los obispos y opinó que son cómplices de las fuerzas internas y de los grupos internacionales que, a su juicio, actúan en Nicaragua para derrocarlo.
Apoyo. La gran alianza cívica de Nicaragua manifestó su apoyo al Episcopado como mediador del diálogo luego del ataque de Ortega, y dijo que está lista para retomar ese proceso.
“Queremos expresar nuestro decidido respaldo a la Conferencia Episcopal de Nicaragua en su labor de mediador y testigo del diálogo nacional, que busca poner fin a la violencia”, indicó la Alianza por la Justicia y la Democracia, que aglutina a universitarios, empresarios, sociedad civil y campesinos. “Estamos listos para retomar la agenda de democratización y justicia sin dilaciones, ni retrasos”, continuó el comunicado de la organización.
La Iglesia católica en Nicaragua realizó ayer una jornada de ayuno y de rezo de la oración de exorcismo a San Miguel Arcángel, en desagravio por la violencia desatada en el país.
“Unidos todos en oración y ayuno, junto a nuestros obispos”, exhortó en una declaración la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, invitó a los nicaragüenses a vivir este día de ayuno y de oración “con el corazón libre de amarguras y sin resentimientos”.
En el rezo de la oración de exorcismo a San Miguel Arcángel, los obispos han instado especialmente a los policías, militares y demás empleados públicos que apoyan la violencia contra los nicaragüenses por orden del gobierno, a reflexionar sobre la grave y urgente situación del país y a tomar las decisiones “que su conciencia les dicte y se comprometan a defender la vida, la verdad y la justicia”.
La vicepresidente de Nicaragua, Rosario Murillo, advirtió ayer que los golpistas deberán responder ante la justicia por los daños que causaron durante las protestas antigubernamentales de los últimos tres meses.
“Deben pagar por la destrucción de tantas vidas, por todos los que han sufrido las acciones criminales del terrorismo golpista”, dijo. “Perdonar pero nunca olvidar esos crímenes contra Nicaragua”, subrayó.
El secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Paulo Abrão, destacó que el Estado es el único responsable de la violencia en Nicaragua.
Isabel Celaá, portavoz del Ejecutivo español, condenó los graves sucesos violentos ocurridos en la nación centroamericana y pidió que se investiguen todas las muertes ocurridas desde el 18 de abril.
Arreaza ofreció ayuda a Ortega
El gobierno de Nicolás Maduro, a través del canciller Jorge Arreaza, se ofreció para defender la soberanía de Nicaragua, durante la celebración del aniversario 39 de la revolución que derrocó al dictador Anastasio Somoza Debayle en 1979.
“Sepa, presidente Daniel Ortega, que si el pueblo bolivariano, los revolucionarios de Venezuela, tuviésemos que venir a Nicaragua, a defender la soberanía y la independencia nicaragüense, a ofrendar nuestra sangre por Nicaragua, nos iríamos como Sandino, a la montaña de la Nueva Segovia”, dijo Arreaza.
Las palabras de Arreaza se sumaron a las conjeturas sobre la supuesta presencia de militares venezolanos y cubanos que, según denuncias de manifestantes nicaragüenses, acompañan a las fuerzas combinadas que utiliza el gobierno cuando ataca ciudades.
Ortega, que afirmó que la crisis tiene de fondo un intento de golpe de Estado, se mostró complacido con el ofrecimiento, y agradeció el mensaje. “Un canciller muy joven, y que nos ha hablado con el corazón, cuando habla de la disposición de los venezolanos de acompañar nuestras batallas”, dijo.
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