Fallas de hemodiálisis siguen cobrando vidas

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Maracaibo.-“Este año hemos perdido a alrededor de 30 pacientes y más del 50% de esas muertes ocurrió por tratamientos inadecuados. Se pudo evitar”, reveló una enfermera del Centro de Diálisis de Occidente (CDO), ubicado en el sector Tierra Negra, de la capital zuliana.

Un ‘plan de contingencia’ aplican en el lugar: las cuatro horas de procedimiento requeridas se redujeron a dos porque 14 máquinas de hemodiálisis se encuentran inoperativas. Solo 23 equipos dan la ‘batalla’ para mantener con vida a los nefópatas.

La fuente que prefirió mantenerse en el anonimato explicó a este diario que la medida es contraproducente porque “durante las primeras dos horas, se extrae el líquido y, en las dos siguientes, se eliminan las toxinas acumuladas”.

Esta estrategia se aplicó, por varias semanas, a finales de julio. El motivo: la falta de agua.

El último deceso del CDO fue el de Victoria Gómez, de 62 años, quien “sufrió una sepsis por problemas con el catéter porque no tenía dinero para comprar otro”. Dio su último respiro el 30 de octubre pasado en el Hospital Universitario de Maracaibo (HUM).

A sus 50 años, Belkis Primera eleva plegarias para su destino no sea el mismo. “No te podemos dializar porque el catéter se colapsa. Necesitas cambiarlo”, fue la información que le suministró la nefróloga. Desempleada, debe conseguir BsS 3.500 para adquirirlo.

El temor a incluirse en la lista sigue latente en los 170 enfermos renales que atiende el CDO. Euro Berrueta, de 47 años, lleva una década sometido al proceso que elimina las toxinas de su sangre, tres veces por semana.

“Hacemos hasta potazos para costear lo que necesitamos: soluciones al 0,9%, inyectadoras, gasas, adhesivo, macrogoteros, curitas, tapabocas… La mayoría es de bajos recursos. Esto es insostenible”, expresó.

Según reportes extraoficiales de centros de investigaciones, “entre octubre de 2017 y junio de 2018, murieron 2.486 pacientes renales en 86 de las 147 unidades del país”.

La directora de la ONG Prepara Familia, Katherine Martínez, informó que 19 niños y adolescentes murieron en el servicio de nefrología del Hospital J.M. de los Ríos, entre 2017 y 2018. Los representantes protestaron, este viernes, por la partida de unos siete menores que “contrajeron bacterias por la insalubridad del ente asistencial”.

Liliana Chinaglia, mamá de uno de los pacientes que recibe diálisis, alegó que “la muerte de estos pequeños pudo evitarse con el mantenimiento adecuado de las instalaciones”.

Los manifestantes reclamaron que la falta de medicamentos e insumos y “la contaminación de los tres tanques de agua del hospital” empeoran la condición de los infantes y arriesga sus vidas.

Mientras que en Guanare (Portuguesa), quienes asisten a la Unidad de Diálisis La Coromotana también reportaron 19 defunciones por falta de tratamiento. Permanecen sin agua potable, acondicionadores de aire, material y fármacos. Incluso, desde hace un año, no cuentan con nefrólogos.

“Quedamos 101 pacientes registrados y no sabemos qué va a pasar con nosotros (…) los apagones son constantes; por esa causa y por falta de mantenimiento, las máquinas se dañan progresivamente”, afirmó Yecssi García, una de las afectadas.

Por lo menos 10 tachirenses con insuficiencia en los riñones perdieron la vida en las últimas semanas. En la unidad Biasanca, en San Cristóbal, se quejaron por la carencia de filtros y de Heparina, el anticoagulante indispensable para el procedimiento que “no se está cumpliendo en su totalidad”.

En los últimos tres años, la escasez de material médico se agudizó. El Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) se retrasa en el despacho y el personal médico ‘resuelve’ con los insumos de reserva o, en la mayor parte de los casos, entrega a los pacientes una lista con lo requerido.

En el CDO, de medicamentos, solo reciben gratuitamente complejo B. “Antes nos daban ácido fólico, hierro y otros productos que nos ayudaban a sentirnos mejor”, reclamaron.

Entretanto, los marabinos pertenecientes a la Unidad Centro del Sol, situada en Sabaneta, declararon: “Los equipos duraron casi dos semanas sin desinfección. Vino una comisión a supervisar y se percató de que estaban usando vinagre o cloro, en lugar del químico especializado para esterilizar”.

Desde el Colegio de Médicos del Zulia, su presidente encargado, Juan Carlos Velazco, precisó a PANORAMA que más de 300 mil ciudadanos en situación de salud crítica dependen de programas y recursos que debería garantizar el Estado venezolano.

Calificó de “absoluta” la ausencia de materiales y medicinas requeridas por quienes presentan patologías renales. “Es evidente que los centros de diálisis están en crisis, no solo por la falta de dotación, sino por el colapso de los servicios. En el Zulia, están en completo abandono (…) En el ‘Adolfo Pons’ no funciona, en el ‘Pedro García Clara’ trabaja a media máquina”, sostuvo.

El también diputado a la Asamblea Nacional repudió que los nefrópatas del HUM tienen que subir nueve pisos por escaleras, pues “los ascensores no funcionan”.

En el servicio de hemodiálisis del Hospital Dr. Manuel Noriega Trigo reportaron 39 fallecimientos en los últimos 15 meses. “Los motivos responden a complicaciones cardiovasculares e infecciosas porque se trata de personas inmunosuprimidas. Una o dos muertes mensuales entran en el promedio de lo que se espera. Aquí, el tratamiento se ha prestado adecuadamente”, refirió Dírima Fossi, coordinadora del área.

La directora del recinto de salud, Elizabeth Borjas, enfatizó que se mantienen “las máximas condiciones de sepsis y antisepsis, pero es imposible controlar lo que los pacientes hagan por fuera”.

Fuente

Panorama

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