Félix Cordero Peraza / Economía familiar decembrina…

0
202

Para la mayoría de la población las fiestas navideñas pintan color de hormiga. La hiperinflación hace polvo cualquier sueldo o salario. Y la escasez hace cambiar los hábitos alimenticios. Es una guerra por la subsistencia y la sobrevivencia en una eco­no­mía de guerra. Que aprieta el ya delgado cuello de una buena parte de los habitantes de este país. La inflación galopante se co­me los sueños de la gente y hace desa­pa­re­cer la tranquilidad y la calidad de vida de la familia. Es como un monstruo ham­brien­to y perverso que consume y consume sin parar dejando detrás de él una estela de necesidades no satisfechas y de esperanzas vulneradas. La vertiginosa desvalorización de la moneda impulsa un vergonzoso em­po­bre­cimiento de las personas. Empuján­do­­las sin pausa hacia la ruina y la miseria de naturaleza casi infrahumana. Se ven en las calles y frentes de las casas a indi­vi­duos comiendo en las basuras y botaderos de desechos…

Empobreciendo a la población

      No hay control de los precios y los acordados con empresarios no los respeta nadie. El gobierno mientras tanto dedicado a organizar en todo el país actos para ju­ra­mentar a los alcaldes electos el 10-D. De diálogo con la oposición en República Dominicana, para alcanzar la paz de la na­ción, y negociar temas en su mayoría de na­turaleza política. Un diálogo desa­cre­di­ta­do y de baja prioridad para los vene­zo­la­nos, a pesar de su gran importancia. Los temas tratados forman parte estructural de los modelos y estrategias que ellos pro­cla­man y defienden. Por lo que no aparece en la agenda el presente y prioritario asunto de la hiperinflación. Hecho que dificulta llegar a negociaciones concretas. Para mu­cha gente este cuadro hace más creíble la te­sis de que en las estrategias del gobierno jue­ga papel importante el empo­bre­ci­mien­to de la población. Para controlarla y forta­le­cer  programas y misiones gubernamen­ta­les. ¿O será que son actos de distracción?

  Un país caotizado

     Para la gran mayoría de los vene­zo­la­nos el principal y único problema es el eco­nómico. Insensible ante los temas po­lí­ti­cos. En él colocan los precios de los ali­men­tos, los bajos ingresos, el minúsculo suel­do mínimo y la escasez de alimentos  y me­dicinas. Una economía dolarizada fren­te a un raquítico valor de la moneda na­cio­nal.  La situación es tan grave que supo­ne­mos que en más de la mitad de la po­bla­ción no comerán las tradicionales comidas navideñas y destacará la ausencia de los pesebres. El niño Jesús no traerá sus es­pe­ra­dos regalos a los niños y la cena en fa­mi­lia se pospondrá para mejores tiempos. Un país caotizado y una población ávida de am­biente navideño y religioso. Mientras, el gobierno regala bonos y aguinaldos a una buena parte de la gente más pobre, pa­ra mitigar su hambre y superar en parte sus mi­serias e infortunios. Un Poder Ejecutivo asis­tencialista y clientelar a la “N” po­ten­cia.  Que demuestra sin ambages ni am­bi­güe­dades su carácter autoritario y cen­tra­lista.  

       Lo más grave de esta perversa inflación es que el gobierno actúa como si no existiera. Ocupado como hemos visto en asuntos de su principal interés político y de su estrategia electoral. Colocando en segundo lugar la gravedad de la situación económica. Y atendiendo a solo un sector de familias. Para la ciudadanía en general no se ve luz al final del túnel y la crisis se empeora cada día. Continúa la migración hacia diferentes países del mundo sobre todo de jóvenes que no ven futuro ni oportunidades de sus proyectos indivi­dua­les. Los secuestros, robos y asaltos se mul­ti­plican a granel y la inseguridad de bienes y personas es el pan de cada día. ¡Ya no se está seguro ni siquiera en los hogares! Ban­das armadas pasean por las calles im­pu­nemente en busca de víctimas, mientras la seguridad pública brilla por su ausencia.

Feliz Navidad y Año Nuevo

     De acuerdo a Cendas-FVM, la canasta ali­mentaria tuvo un costo en el mes de no­viem­bre de 3.822.128,50 bolívares. Mien­tras en el mes de octubre fue de Bs. 882.769,61. Con el último ajuste del salario mínimo del 30%, solo se podrá adquirir el 4,6% de la canasta alimentaria. Aquí se observa una dramática baja de la capacidad adquisitiva del salario. Una onda de nostalgia y pesar entristece a la familia venezolana. Acostumbrada por tradición a festejar en grande la época navideña y llegada del nuevo año. Tiempo de perdón y unión familiar. Donde des­pun­ta el reencuentro con Dios, parientes y ami­gos. Y nuestras plegarías se elevan so­li­darias y afectivas por todos los seres hu­manos. Frente a la oscura realidad FELIZ NAVIDAD Y MEJOR AÑO NUEVO, a todos.

efecepe2010@gmail.com

fcordero@eluniversal.com

@efecepe2010 

El Universal

Loading...

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.