Los últimos 20 años en la vida política de nuestro país, han dejado en evidencia una clase política carente de capacidad para enrumbar a Venezuela hacia la tan anhelada estabilidad y desarrollo económico, el respeto a las instituciones públicas y su necesaria independencia, servicios públicos óptimos y libre ejercicio de los derechos ciudadanos, como si padecieran algún tipo de Dislexia, las élites extremistas de derecha y de izquierda han actuado en contra de los intereses de Venezuela y de su gente, sumergiendo a la República en una profunda crisis.
Por un lado, desde el Gobierno, confunden antiimperismo con aislacionismo, convirtiendo a quienes deberían ser importantes socios comerciales en enemigos, así, quienes deberían comprar nuestro petróleo (por ejemplo) no lo hacen, al contrario, lejos de comprarlo imponen sanciones para que ninguna otra nación lo haga, no se trata de rendirse o someterse a los designios de potencias extranjeras, sino de tener relaciones comerciales en igualdad de condiciones para así garantizar los recursos que deben ser invertidos en salud, educación, seguridad, producción agropecuaria, incluso en el emprendimiento de muchos que aspiran contribuir en el desarrollo económico del país con su esfuerzo.
Han confundido tomar partido por las clases populares en una trasnochada idea de guerra de clases, por expropiar y/o promover la quiebra de empresas privadas y consecuente destrucción del aparato productivo, generando con ello desempleo, inflación y en algún momento desabastecimiento de alimentos y otros productos básicos.
Confunden necesarios programas sociales con herramientas de presión y “convencimiento” electoral, para tratar de chantajear a los más necesitados.
Consideran que la participación del Estado en la economía como garante de su buen funcionamiento, implica control total de la misma.
Por otro lado; la élite extremista opositora, confunde libertad con entreguismo, para ellos la única vía “libertaria” es entregar el país a gobiernos extranjeros, delegar en la Casa Blanca la toma de decisiones trascendentales para el país, ceder CITGO para que sea “libre”.
Han entendido que “recuperar la democracia” implica violar la Constitución y las leyes, llegando al punto de una autoproclamación presidencial para un tal Gobierno Interino que no tiene sustento jurídico alguno en Venezuela.
Suponen, que la lucha contra un gobierno abusador es ser más abusador, contra un gobierno plagado de corrupción, es ser más corrupto, así, se apoderaron de MONOMEROS y otros activos de todos los venezolanos, dinero que han gastado sin ningún tipo de control.
En lo único que han sido medianamente exitosos, es en crear matrices de opinión para atacarse los unos a los otros o a quienes adversen sus ideas con unas distintas y pretendan poner fin a su “hegemonía opositora”, esa que les permite disfrutar prebendas y vivir con comodidad en el extranjero.
Esa clase política, de un sector y otro, no puede seguir siendo la única referencia política del país, no podemos seguir debatiendo entre que nos gobiernen los malos o los peores.
En ese lamentable escenario, un grupo de venezolanos de distintos sectores políticos y sociales, bajo el liderazgo de Claudio Fermín, pero acompañado de importantes líderes naturales en pueblos, barrios, caseríos, parroquias, municipios, estados, hemos constituido una alternativa distinta a la que hemos llamado SOLUCIONES PARA VENEZUELA, queremos que los venezolanos que pensamos distinto, los que no pertenecemos a esas élites, pero aspiramos un mejor futuro para la patria, para que los venezolanos podamos tener una herramienta de lucha que adverse con respeto y nacionalismo real a los planteamientos de los cogollos que hunden al país en la crisis.
Por supuesto, nos han atacado quienes tienen con nosotros, como único punto de coincidencia, el oponernos a la gestión del gobierno, han sometido a Fermín y la dirigencia de nuestro partido al escarnio público, la razón: un profundo temor a que los venezolanos puedan voltear a mirar hacia otras opciones y así perder espacios en una lucha que para nosotros es por Venezuela, para ellos por intereses económicos
Insistiremos en nuestra prédica, seguiremos recorriendo el país llevando el mensaje en pro del interés nacional, reclamando mejores servicios públicos, exigiendo respeto a los derechos ciudadanos, lo hacemos con la firme convicción que Venezuela necesita una oportunidad para desarrollar el potencial de su gente, cosa que las élites le han negado por años.
Hemos abierto nuestro Registro Nacional de Militantes para invitar a todos nuestros connacionales que coincidan con las ideas que defendemos a que participen a nuestro lado en esta lucha, no importa de donde vengan, lo importante es para donde vamos, y nuestra más profunda aspiración es ir hacia una Venezuela en donde todos podamos vivir con dignidad y respeto mutuo, para ello hay que poner fin a la polarización extremista. No más engaño y manipulación, ¡ya basta!.
Franklín Martínez / Soluciones Para Venezuela
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