Al obtener el titulo de bachiller, soñaba con estudiar leyes y graduarme de abogado, sin embargo no pude alcanzar ese sueño, no me desalentó el hecho de no haberlo conseguido ¡ todo lo contrario! .
Por causas inimaginables decidí buscar suerte en el Pedagógico de Maracay, allí fui seleccionada para cursar estudios en Ciencias sociales.
Al principio me sentía ajena a aquel lugar, sin embargo poco a poco me fui enamorando de la docencia, pues encontraba el sentido y la satisfacción de reivindicar los derechos de muchos sólo con el hecho de educar.
En cierto modo entendí que para hacer justicia en el pueblo no se requería necesariamente ser un abogado, también el educador a través del despertar del pueblo puede lograr aquello que incluso las leyes más novedosas no han podido.
Ser educador implica una enorme responsabilidad, no en vano está en nuestras manos la formación del pueblo, la nación entera espera de sus educadores sea el artista que con delicadeza y amor le de forma a la sociedad.
En el glorioso “Día de Maestro” les envió a mis colegas un afectuoso saludo y un abrazo fraterno, es un día no solo para celebrar, sino también para reflexionar en función de los desafíos venideros en nuestra amada Venezuela.
Un docente se debe a todos sus estudiantes no a una parcialidad, cuando se es docente no existe distinciones todos tenemos los mismos problemas, todos sufrimos los mismos embates.
Que nuestra sonrisa y entusiasmo siga contagiando a la muchachada de la escuela, que la palabra de aliento siga llegando a todo aquel que la necesite, que la palmada en el hombro y el abrazo sincero le sea dada a aquellos muchachos que estén sedientos de afecto, y que seamos la ventana que abre la luz de la conciencia y de la sabiduría del pueblo.
Finalizo con una frase de mi admirado maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa: “Desarrollar las virtudes del hombre, colocándole en su medio y en su tiempo, al servicio de los grandes ideales colectivos y concentrado en su tarea para acrecentar y defender valores”
¡FELIZ DÍA DEL MAESTRO, QUE DIOS LES BENDIGA!
Gilda Betancourt / El Socorro, 15 de Enero