Andamos con un miedo enorme a expresarnos. Por temor a ser rechazados, o por dárnosla de corazón de piedra, un auténtico disfraz para no ser heridos.
Antes el amor no era motivo de vergüenza, no había esa tonta norma de los 3 días, eran más días porque las cartas tardaban en llegar, y no quedaba de otra que esperar. Pero no porque no quisieran expresarse o dejarse llevar por el amor.
Pero ahora imponen hábitos que vayan alineados a lo “normal”. A esperar los tiempos correctos, a guiarse por lo ya establecido, algo parecido a lo que hablamos hace unas semanas sobre esperar para acostarse con el tipo, ahora también tienes que esperar para demostrar lo que sientes.
“No le puedes decir que de solo verlo te descontrola, ni se te ocurra demostrarle que babeas por él”, eso me dijo Ángela una vez, y yo muriendo de ganas de que el tipo me viera el alma toda dispuesta. No entendía los motivos, así que me puse a leer y a preguntar a otras amigas.
Ahora hay una moda, unos métodos para que no lo aburras. No debes por ejemplo: ser intensa, demostrarle mucho, dale y quítale, desaparece por unos días, hazte extrañar. No seas tan profunda, porque le parece absurdo, hazte la brutica.
Un amigo muy querido me comentó: “nadie está expresando lo que siente Key, es tendencia que la gente se exprese a medias”.
Resulta que las redes sociales también ayudan, ene cantidad de mensajes expresados en indirectas, con todo lo que puedes expresar pero incapaz de decirlo de frente.
En mi particular no le hice caso a Ángela y me lancé a contarle al tipo lo que sentía. Le dije que temblaba de sólo verlo, que a pesar que mi corazón se desbocaba,estar a su lado era como estar en un lugar de paz, así como cuando respiras y te calmas. Le confesé cuanto lo extrañaba cuando no estaba… que me encantaba todo de él. Metafóricamente entendió que me babeaba por él.
Fui clara, me expresé, y su reacción fue el silencio. Luego de unos días me dijo: no sé qué decirte, me quedé helado.
El tipo se espantó, se aterrorizó ante lo que yo sentía. Pero si a ver vamos, ese es su problema, no el mío. Probablemente él sentía algo, pero fue incapaz de asumirlo, no pudo sobreponerse a los miedos comunes que generan entregar la confianza y el amor a alguien.
Por mi parte, lloré, patalee y hasta vomité. Mis amigos continuaron con su teoría de mejor no decir todo lo que sientes. “Así está la sociedad manita, esa es la evolución del ser humano”.
Pese a todo, no apoyaré nunca callarme, el amor no es una vergüenza. Esa tendencia tonta de que puedo quererte enorme, pero jamás te lo diré. Que te extraño, pero no te buscaré… Creo que el amor es más importante que el orgullo y todas esas limitaciones que le hemos impuesto definitivamente no van con él.
Al fin y al cabo la cobardía no está en mí, sino en el otro. Pero no puedo evitar preguntarme ¿Es la evolución del ser humano, o la involución de los sentimientos?