San Juan de los Morros.- “Historia que tu hiciste, historia por hacer, porque nadie resiste tus ganas de vencer”… Así dice el himno del Real Madrid y valla que los describe bien. El conjunto merengue que tiene un palmares único en el mundo, no se cansa de hacer historia y no encuentran quién los detenga.
Este sábado, se jugó la final de la Uefa Champions League, en el estadio Olímpico de Kiev (Ucrania). Donde el Real Madrid, buscaba ante Liverpool, ganar su tercer campeonato de Europa de forma consecutiva y escribir otra página con letras doradas en el libro de su historia.
No sería nada fácil. El conjunto de Jürgen Klopp salió al campo dispuesto a devorarse al defensor del título. El juego vertiginoso del equipo inglés puso en aprieto a los merengues durante los primeros 25 minutos, hasta que llegó la lesión de Mohamed Salah.
Salah tuvo que salir del terreno de juego, luego de lesionarse en el hombro tras disputar un balón con Ramos. En su lugar entró Lallana y el dibujo táctico de los reds cambió. En consecuencia, el Madrid se apoderó del control del partido y hasta llegó a marca un tanto, que no subió al marcador por posición adelantada de Benzema.
El primer tiempo culminaría igualado 0-0 y los goles llegarían en el segundo acto.
Benzema abrió la lata, luego de un grosero error de Karius. El guardameta quiso salir rápido con la mano y terminó estrellando el balón en Karim. La pelota le rebotó al francés y se introdujo en el arco. Pocos minutos le duró la ventaja a los merengues que vieron como, tras un corner, Mané igualaba las acciones.
La demostración de Bale
Después del empate, el equipo de Zidane volvió a controlar las acciones. Sin embargo, el entrenador francés decidió sacar a Isco e ingresar a Gareth Bale, creando un desconcierto entre los narradores, comentaristas y los seguidores del partido. Gareth no tardó en darle la razón.
Marcelo envió un centro desde banda izquierda y Bale se sacó del sombrero una chilena para marcar un golazo, que seguramente estará ubicado entre los mejores tantos realizados en una final de Champions.
El galés, no conforme con eso, a pocos minutos de terminar el encuentro, realizó un disparo desde fuera del área que el portero Karius no pudo contener y anotó el 3-1 definitivo.
De esta forma, el Real Madrid consigue la hazaña de ganar tres títulos europeos de forma consecutiva, siendo el primero que lo logra en el formato de Champions.
El Madrid de Cristiano
Sin duda no fue el mejor partido de Cristiano Ronaldo, que fue muy bien marcado mientras jugó de 9 y también cuando se ubicó por las bandas. Pero el portugués termina como el máximo goleador del torneo con 15 tantos, siendo determinante en partidos claves que llevaron al Madrid a conseguir su decimotercera Copa de Europa.
Cuando se habla de los equipos que marcaron una época en la máxima competición europea, inmediatamente se piensa en El Madrid de Di Stéfano, El Bayern de Beckenbauer y el Ajax de Cruyff. De ahora en adelante se recordará también a El Madrid de Cristiano.
Jorge Brizuela
