Catia.- Funcionarios de la División contra Homicidios del Cicpc investigan la muerte de Naigly Sánchez (31) y su esposo, Antonio Martínez (36), quienes fallecieron luego de ingerir una guarapita casera el pasado 31 de diciembre.
Jhonny Martínez, hermano de una de las víctimas, indicó que la pareja había comprado una bebida alcohólica en un supermercado situado en el Centro Comercial El Lago, en Catia. “Estaba riendo, pues era la primera vez que hacía una cola para comprar una botella”, dijo.
Explicó que el licor fue colocado en un envase de plástico y mezclado con una bebida instantánea de frutas. Esa madrugada, varios familiares se negaron a probar el trago pues, según, desprendía un olor similar al Vensol.
Mencionó que estuvieron compartiendo hasta la madrugada del 1° de enero. Naigly se sentía mal y pensó que era por el alcohol. Decidió irse a dormir. A las 5:00 am del 2 de enero comenzó a vomitar. “Mi hermano la ayudó y ella se recostó. En la mañana intentó despertarla, pero ella no reaccionaba. Había muerto”, refirió.
Comisiones del Cicpc llegaron a la casa para iniciar las averiguaciones. Antonio fue citado a declarar. Al salir de la delegación empezó a vomitar. Un hermano lo llevó al CDI de La Ciudadela, en donde le dieron una pastilla energizante y algo para los vómitos. Sin embargo, continuó con el malestar y el dolor abdominal, por lo que parientes lo auxiliaron a otro CDI situado en la Av. Sucre de Catia. Allí fue remitido al hospital de Lídice. Había sufrido un paro cardíaco y le repitió. El infortunado cayó en coma y murió este miércoles.
Él trabajaba en Ferretotal y ella era ama de casa. Dejan en estado de orfandad a una niña de 8 años. Autoridades no descartan que hayan mezclado algo más con la bebida. Realizan análisis de toxicología.
