La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, se ha pronunciado el 25 de enero de 2018, con sentencia en estos términos: “SE ORDENA al Consejo Nacional Electoral la exclusión de la “MESA DE LA UNIDAD DEMOCRÁTICA” (MUD) en el proceso de renovación convocado, en razón de que su conformación obedece a la agrupación de diversas organizaciones políticas ya renovadas y otras pendientes de renovación que podrán participar en el proceso electoral de carácter nacional, lo cual contraría abiertamente la prohibición de la doble militancia; todo de conformidad con lo establecido en el dispositivo número 4 de la sentencia n° 1 del 5 de enero de 2016 y en el artículo 32 de la Ley de Partidos Políticos, Reuniones Públicas y Manifestaciones. Así se decide”.
Aprovecho para expresar mi mensaje fraternal al Poder Judicial. Ver video: Respaldo al TSJ y Sala Constitucional en 2018 – Doctor Jesús Silva en Globovisión – http://youtu.be/GI1g9p4-UAo?a
Este veredicto que hoy comento es parte integrante de las sentencias nros. 1 del 5 de enero, 878 del 21 de octubre, ambas de 2016, y 223 del 28 de abril de 2017.
La decisión está totalmente apegada a la Constitución porque el proceso de renovación de matrícula dictado por el CNE procura determinar que un determinado partido político realmente cuente con el porcentaje requerido para la conservación del mismo como lo impone el encabezado del artículo 25 de la Ley de Partidos Políticos, Reuniones Públicas y Manifestaciones. De manera que usar la tarjeta de la MUD supone un fraude pues los miembros de varios partidos se unen para recoger firmas a favor de una alianza (que no es un partido) y de ese modo participar en elecciones sin realmente tener el apoyo popular suficiente hacia la organización a la que realmente pertenecen. Dicho de otro modo, el uso de la tarjeta MUD permite burlar y evadir la verificación de legitimidad popular sobre un partido político.
Igualmente, el acierto jurídico de la decisión del TSJ se explica en que está legalmente prohibida la doble militancia, por lo que un ADECO no puede disfrazarse de MUDISTA para poder ser candidato, ya que pudiera darse el caso de que AD no tenga suficientes firmas de apoyo para seguir existiendo, pero mediante la MUD (alianza organizaciones que se disfraza de partido) ese ADECO podría ser candidato gozando privilegios de un apoyo popular que realmente no posee. Lo mismo podría hacer un copeyano, uno de PJ o uno de VP valiéndose de firmas de apoyo de una alianza y no de sus propios partidos; todo lo cual configura un engaño al sistema electoral.
En su sentencia, la Sala Constitucional lo expone así: “un Partido Político debidamente inscrito en el Consejo Nacional Electoral (CNE) de acuerdo a lo establecido en la Ley, no puede sumar su nómina de inscritos a la de otro Partido Político sin perder su existencia, y deberá correr con las consecuencias jurídicas establecidas en el artículo 32 de la Ley de Partidos Políticos, Reuniones Políticas y Manifestaciones, ello en resguardo a la legitimidad democrática, a la ética política y al respeto de los electores”.
En definitiva, muere la fachada usada por los partidos opositores, pues ya no podrán usar a la MUD para mantenerse en el entorno electoral evadiendo las normas electorales sobre apoyo popular que debe poseer cada partido. Ahora todas y cada una de las organizaciones partidistas que deseen participar en elecciones, deben individualmente renovar su matrícula o desaparecer.
Vale la pena aclarar y advertir, que esta sentencia no vulnera el derecho constitucional a la participación porque si los dirigentes opositores sienten que actuando separadamente pudieran no lograr suficientes firmas para remover matrícula, entonces les queda como opción para sobrevivir que todos los dirigentes y militantes se inscriban en un sólo partido y los demás quedan inmediatamente auto eliminados.
Dicho de otro modo, los adecos, copeyanos, miembros de VP y de PJ, entre otros, podrían inscribirse en algo parecido a un PUCO (Partido Unido Capitalista Opositor) y desde allí continuar su lucha electoral y promover su candidato presidencial para 2018.