José Vicente Flores Muñoz / ¡Como duelen las sanciones!

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Lo que más le ha dolido a los llamados jerarcas de este régimen sin ningún tipo de duda han sido las sanciones impuestas por Canadá, EEUU y Europa, que involucra no solo la entrada de los sancionados y sus familiares a estos países, sino lo más sensible para ellos, el duro golpe recibido en el bolsillo repleto de dólares mal habidos.

La costumbre de jefes de  gobiernos  latinoamericanos que escogen el camino de la corrupción es la de esconder sus dolosas fortunas en EEUU, Canadá o Europa a través de inversiones en bienes y raíces o depósitos a plazos fijos en bancos que resguardan la identidad de sus clientes. Este evento se realiza generalmente por intermedio de terceras personas bien sean naturales o jurídicas, pero esta situación cada día se ha hecho más vulnerable por legislaciones de esos países que permiten identificar y  sancionar a los involucrados en esos hechos.

El país ha venido siendo desfalcado premeditadamente con políticas malévolas que buscan llenar los bolsillos de altos representantes del gobierno, el ejemplo más patético fue la implantación durante muchos años de un dólar preferencial a Bs.10, 00 dizque para comprar afuera alimentos y medicinas. Hubo momentos en que el precio del dólar ahora reconocido abiertamente por el gobierno alcanzo a Bs.90.000, 00 y se mantenía todavía el dólar preferencial a Bs.10, 00 para alimentos y medicinas, mientras que los precios de estos conceptos iban aumentando.

Una vía expedita para detectar el desfalco a la nación sería la de revisar la lista de los beneficiarios de estos dólares a Bs.10, 00 y auditar las transacciones llevadas a cabo. Las operaciones con estos dólares eran convenidas de tal manera que gran parte de estos quedaban afuera bien en inversiones en bienes raíces o depósitos a plazo fijo en paraísos fiscales.

La lista de estos beneficiarios nos pondría en una buena pista, que nos permitiría mañana conjuntamente con la ley de repatriación de capitales mal habidos, recuperar dólares suficientes como para pagar diez veces la deuda externa. Razonemos entonces porque duelen tanto esas sanciones.

SEREMOS POTENCIA EN EL 2050

Maduro afirmo que Venezuela será un país potencia para el año 2050; una guará dijera un larense, nada menos que dentro de 32 años.

Si analizamos retrospectivamente el uso de la palabra potencia por este régimen vemos que la misma se ha convertido en una especie de cliché para cada ocasión discursiva, trátese el tema del país, un estado o un municipio; desde el presidente, ministros, gobernadores y alcaldes el gusto por la palabra potencia ha ido cada día en aumento: Venezuela potencia, Carabobo potencia, Aragua potencia, Guárico potencia y dale y dale con lo de potencia.

Ahondando en la definición de este concepto, se ha encontrado una que la identifica como; abro comilla “poder y fuerza con que cuenta una persona, un grupo, una entidad o un estado, especialmente en un determinado ámbito,  para imponerse a los demás o para influir en ellos, o en el desarrollo de los hechos”. Cierro comillas.

A pesar de que nunca se habla del determinado ámbito en que se será potencia, por deducción se concluye que será en el desarrollo económico. Ahora bien esperar 32 años para esto me parece como mucho, en mi caso particular lamento de antemano mi ausencia de este mundo para ver esa potencia, en el caso del propio Maduro espero que la disfrute con sus 92 años a cuesta. Lo bastante cierto es que por el camino que vamos no creo que sea el de buscar ser una potencia, vamos por una gran avenida pero muy directo al despeñadero.

A veces resulta mejor no decir nada que hablar sandeces que por implicaciones lógicas descubren la desnudes de proyectos y planes para el país.

VENEZUELA HERIDA

Venezuela está herida, no de muerte porque un país no muere fácilmente; pero si herida  de gravedad y lo más lamentable es que no hay vestigios de cura. Los encargados por ahora de su destino saben que son culpables de su debacle, pero nada hacen por sanear a la enferma, el panorama refleja al de una novela de chicos malos que mantienen a su madre en coma mientras esquilman su patrimonio, mientras más grave la paciente menos cuenta hay del desfalco. ¿Hasta cuándo nuestro país soportara esto? La gente en las calles, en los autobuses, en las colas, en el deambular cotidiano pareciera hacerse esta pregunta ¿hasta cuándo esto?

UN VIEJO CUENTO DE ALVARES GUEDES.

Escuchando a reconocidos políticos y estudiosos economistas referirse a cómo serán las expectativas para el resto del año, siempre escucho palabras como no se ha visto lo peor o lo peor está por verse o algunas otras que nos hacen presumir que se avecina algo muy feo.

Además estas premoniciones me hace recordar el gran cuentista cubano Alvares Guedes, que al referirse a la situación cubana tenía un cuento en su época muy sonado a saber: entrevistaban a dos personajes exiliados cubanos, uno era muy pesimista y el otro bastante optimista; el entrevistador inicio la entrevista con el optimista preguntándole que como veía él, el panorama de cuba para el próximo año.

 Contesto el interrogado: de acuerdo a mis estudios realizados creo que para el próximo año allá en cuba se comerá caca. Sorprendido el entrevistador por esta respuesta del optimista le pregunto inmediatamente al pesimista que como el veía la situación para cuba para el próximo año, el pesimista respondió que no estaba de acuerdo con lo respondido por el optimista de que en cuba se comería caca todo el año, porque él podía asegurar de acuerdo a sus estudios que la caca no iba a alcanzar.

Fin del cuento, ahora se habla de que en cuba la cosa esta mejor que aquí.

José Vicente Flores Muñoz

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