Se ha dejado correr en el ambiente político un rumor, váyase a saber si es cierto o falso, pero en definitiva ya es un rumor de que el gobierno a través de la famosa asamblea constituyente pronto impulsara un referéndum que tendrá como finalidad someter a consideración una nueva constitución o la reforma de la misma con algunas modificaciones puntuales, de la que más se habla es la de llevar al periodo presidencial a siete (7) años.
Algunos voceros de la oposición sin estar preguntándoselo nadie y sin mucho menos adelantar consultas de ningún tipo, han dicho tajantemente que de presentarse estas elecciones impulsadas por la criticada de ilegitima constituyente, irían sin ningún tipo de remordimiento a votar para que esa nueva constitución o reforma a la misma no se lleve a cabo.
Otra elección más, cual es la diferencia con respecto a las otras donde la mayoría de la oposición ha manifestado no asistir, por temor a fraude o a imparcialidad de los regentes del proceso. Cual es por fin la línea definitiva de la oposición; será que el gobierno a veces es bueno y se porta como en una democracia y a veces es perverso y se porta como una dictadura.
Muchos analistas nacionales e internacionales han hecho ver la caracterización de este gobierno, en todas las conclusiones definitivas aseguran que esta administración no entregara voluntariamente el poder, es más sus propios slogan lo confirman: No volverán, los únicos que podemos garantizar gobernabilidad somos nosotros (chavistas).
Hasta el momento gran parte de la oposición pensaba que la lucha y todas esas abstenciones eran mecanismos de presión para lograr elecciones libres, pacíficas y transparentes. ¿Están dadas esas condiciones actualmente?
El más interesado actualmente para llevar a cabo unas elecciones de la magnitud de una nueva o reformada constitución es precisamente el gobierno, y si esas elecciones son antes de la juramentación para el periodo electo mucho mejor. Si las pierde que casi seguro las perdería, dado el enorme rechazo de la gente, perfecto; reconocer esa derrota no es ningún problema, por el contrario le permite al oficialismo vestirse de demócratas ante el mundo, total en enero la juramentación es para seis (6) años más, con reelección indefinida; así lo contempla la actual constitución, lo de siete (7) años es el anzuelo para ponderar y hacer notar la inevitable derrota.
Téngase presente que el no reconocimiento del gobierno de Maduro por parte de EEUU, Canadá, La comunidad europea (28 Países) y por la mayoría de países centro y suramericanos, se inicia una vez se juramente como presidente reelecto, porque el periodo objetado es el que viene; no este que está por terminar.
Es ahí precisamente cuando empieza el vía crucis de esta administración, antes de este inicio es necesario hacer cualquier cosa que permita decirle a estos países que hay la intención de rectificar. El reconocimiento a una derrota en algo tan importante como una constitución, no está nada mal, desde luego no faltara quien se presente para convalidar tal evento, me imagino jugando a sus intereses.
El show esta por presentarse, las elecciones para concejales no han llamado ninguna atención, no se sabe nada de eso, el grueso de la oposición no participara en ese proceso, con más razón hace falta una elección que alivie un poco la imagen oscura hacia afuera de este gobierno. Esperemos los acontecimientos, el gobierno es experto en destapar potes de humo; esto puede ser uno de ellos.
José Vicente Flores Muñoz