Hoy, hacen sesenta y cinco años nació Hugo Rafael Chávez Fria, fue un hombre signado en la vida pública para luchar por los invisibilizados de la tierra y particularmente por los de su patria. Desde aquel “Por Ahora”, el hombre que la historia recuerda como el comandante, ya no se perteneció a sí mismo, se convirtió en lo que sabiamente él mismo llamó “todos somos Chávez”.
Tras su salida de la cárcel donde responsablemente pagó el pecado de haber insurgido contra el sistema nefasto de aquel gobierno de turno que aniquilaba progresivamente a la población a unos infraestratos sociales registrados solo en países donde la miseria es la riqueza nacional de esos pueblos, se convirtió en una esperanza nacional que al pasar de los años lo llevó a la Presidencia de la República.
Fueron catorce años de su gobierno transformando realidades, creando condiciones de gobernabilidad, empoderando al pueblo en el ejercicio práctico para la solución de sus propios problemas; dignificando los derechos de ciudadanía, generando riqueza nacional; mejorando los servicios públicos; recuperando el control de las empresas; maximizando los niveles de riqueza petrolera, gasífera y de otros minerales preciosos; colectivizando el derecho al estudio; a la salud; a la seguridad social; al deporte; a la cultura; al esparcimiento y a la recreación; incentivando el turismo interno y externo; dignificando el derecho al hábitat; a la participación democrática de los derechos políticos; al posicionamiento mundial de una Venezuela digna; a elevar la conciencia país; a defender los derechos de la Patria en todos los espacios de beligerancia mundial; a distribuir con justicia la riqueza nacional; a exaltar el valor del trabajo y su significado de riqueza familiar y social; a establecer alianzas y convenios con naciones del mundo necesarias para nuestros intercambios, y en fin, hacer de los Venezolanos la nación más feliz de latinoamérica.
Al inesperado momento de su partida, Chávez dejó para todos los venezolanos un nivel de reservas internacionales que superaban los 39 mil billones de dolares y un colchón de reservas internas multimillonario que jamás se ha comentado ni del destino de esa plata, ni de las polillas de ese colchón. Así mismo, dejó un patrimonio moral, ético, cultural, intelectual, político y revolucionario, con un rumbo país diseñado bajo el concepto de la ingeniería política para que los destinos de la Patria hermosa no cayeran en desgracia.
El PLAN DE LA PATRIA, es un proyecto político estructurado en ejes estratégicos que permite científica y operativamente atender las necesidades de la República (la soberanía que descansa en el pueblo y la división de los poderes públicos y su transformación), los elementos del Estado (población, territorio, gobierno y soberanía territorial) y las demandas de la población (anhelos populares entre los que se describen el conjunto de los derechos individuales, colectivos o difusos); superar y establecer no solo el desarrollo nacional, sino que acompañado a ello, también se edificaría la prosperidad país.
A contrapelo de sus enseñanzas y de su claro diseño de país, la dirigencia política que se abrogó la conducción de la revolución y el propio camarada Presidente de la República, parece que entendieron mal el insaciable anhelo del Comandante, y trabajan día a día para institucionalizar la corrupción que ya por la fuerza de la Ley se ha vuelto incurable y solo el influjo de la ética y la moral social, serán la medicina que estirpe la metástasis de este cáncer político.
Por su parte el burocratismo y la ineficiencia son consecuencias en primer lugar, de la imposición dedocratica que estila el partido de gobierno para imponer a los electores el candidato de su preferencia, que se vuelve útil solo a la élite que administra la franquicia del partido, a quien no le importa la ineptitud de esos funcionarios en la resolución de los males colectivos, en segundo lugar, a la mala selección de los operadores gubernamentales que guardan similitud con la negligencia de su gobernante y en tercer lugar, a la ausencia total y absoluta de los planes de control, inspección y vigilancia que tienen los órganos del Estado para evitar los efectos de tales vicios.
Hoy es un día para celebrar tu nacimiento Comandante y para reafirmar desde nuestras convicciones revolucionarias, la insaciabilidad de la lucha por lograr el esplendor de la Patria. Tu pensamiento es para quienes sentimos la nación como parte inseparable de nuestras propias angustias, la referencia constante que nos confronta con el amanecer y la permanencia de la kakistocracia robándose hasta la fe de nuestros conciudadanos, dejando al pueblo desalmado (sin alma), cuya resignación son tus consejos para quienes vivimos bajos los códigos revolucionarios y la actitud proclive al engaño para quienes transitan el camino de los adversarios.
Es una camada de hombres y mujeres que no les importa tu lucha, que hacen de tu pensamiento revolucionario el eslogan para manipular al pueblo; que tienen como práctica de sus deberes la procrastinación en el desarrollo de sus funciones y como fin último de sus acciones matar toda esperanza popular por ti construida. Contra todos ellos declaramos la subversión nacional. “solo el pueblo salva al pueblo”.
Junior Paradas