San Juan de los Morros.- Tremendo lío se generó con el cuento de los perniles, tan ansiados en esta época por una población amante de dicha carne en los platos navideños. Más allá de la diatriba surrealista de bloqueos y saboteo, y de supuestos marranitos nadando en la Guaira para llegar al país, hoy solo hablaremos del origen de esta palabra.
Pernil, es un vocablo de origen latín, que significa perna, ahora “pierna”, y de allí surge el derivado “pernil”, que no es más que el anca y muslo del animal, pero se usa exclusivamente para el cerdo.
De pernil también surge el término pernera, que es la parte del calzón o pantalón que cubre cada pierna.
No todos lo llaman pernil, algunos son más directos y lo llaman jamón, también palabra de origen griego: ‘kampé’, significa “corvejón de una pata de animal”.
Lingüistas aseguran que este vocablo migró al francés convirtiéndose en ‘jambe‘, como sinónimo de “pata” o de “pierna”, así terminó en la palabra castellana jamón.
Jamón se utilizó en nuestro país desde el siglo XVI, antes se hablaba de pernil.
En Venezuela jamón también es besar fogosamente a alguien, en el lenguaje coloquial. Lo cierto es que jamón o pernil, da igual, lo importante es que terminen los cuentos y aparezca en el plato para “echarle diente”.