Los Tubazos del Domingo / Elecciones atípicas en un país atípico

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A elecciones vamos en alianzas. Todo el mundo buscó una muleta. Algunos se odian entre sí, pero hoy están obligados a sentarse juntos.

Los fuertes como el Psuv, luego de años ignorando y excluyendo a “sus hermanos menores”, terminaron castigando a algunos y haciendo supuestas alianzas, más que por necesidad, lo hacen por aparentar.

La oposición por su lado, necesita cada voto que sumen los aliados. Allí la relación entre estos es más horizontal, más democrática, por lo menos en este momento.

El enemigo

El enemigo del gobierno no es quienes compiten contra estos. Paradójicamente el adversario es el que no compite.

Por primera vez el gobierno centrará su razón de ganar ante un adversario que se abstiene.

El enemigo de la oposición que va a las elecciones, es el gobierno. Allí centrarán sus ataques. Van contra los malos servicios y la actual situación.

No atacarán a los que se abstienen. Sin embargo los  que se abstienen serán implacables contra la oposición que va a elecciones.

La campaña

La campaña del Psuv y sus aliados plantea recuperar una Asamblea de quienes políticamente no la tienen. Quitárselas a quienes se abstuvieron.

La campaña de la oposición que participa, apunta hacia tomar estos espacios, no para sacar a Maduro, no cometerán el mismo error dos veces. Irán hacía la toma de otros espacios en 2021.

Bloques

El gobierno logró su objetivo, desempolvó un mamotreto, chiquitico por cierto, llamado Gran Polo. Intervino a los alzados y se impone como el bloque más fuerte.

Su adversario ideológico, el PCV enmarcado en una  organización llamada, Alternativa Popular Revolucionaria intentará aglutinar fuerzas descontentas.

Por su parte la oposición presenta varios bloques: La alianza más fuerte pareciera ser la conformada por AD, Copei, Avanzada Progresista y el partido de Bertucci.

¿Y qué hará los descontentos?

Los descontentos de  los partidos que el TSJ intervino, no votarán. Se abstendrán y llamarán a no votar. Allí está el principal problema de la oposición que va a elecciones.

Los descontentos de izquierda, del Psuv y de los partidos intervenidos como PPT, Tupamaros, UPV, entre otros, si votarán, pero no por el Psuv, tampoco por la oposición. El PCV será electoralmente uno de los más favorecidos.

Campaña adversa

Los votos del Psuv y de los opositores que participan, serán los “votos duros”. Iremos a una campaña de militantes más que de simpatizantes. La estrategia de “cargar gente” no funcionará en esta ocasión.

Circuitos

Recorrer el estado sin gasolina, con alcabalas, restricciones, pocos recursos, será cuesta arriba para la oposición

Para el gobierno será un poco más fácil, pues posee espacios, recursos, medios, transporte. Claro está, estos son bienes del estado, ya sabemos lo que eso significa.

Símbolos

El Psuv recurre a colores alegres, intenta mostrar una campaña con rostro juvenil. Se cuida de incluir la imagen de Maduro, salvo que sea necesario. Como punto a su favor, nuevamente unifica su mensaje, color y diseños.

La oposición presenta todo lo contrario, pues no centra su campaña desde la óptica de un “gran partido”, sino desde una alianza.

Tiempo

Quedan casi noventa días, casi tres meses. Pudieran ocurrir algunos eventos, a favor o en contra de las elecciones. El Psuv sabe que tiene votos duros, intentará conservarlos.

La oposición intentará motivar a más electores. La incorporación de nuevos actores como Capriles, la soledad de Guaidó y el debilitamiento del ala radical, pudieran hacer que un sector abstencionista migre a votar.

Cosas seguras en estas elecciones

1.Ningún chavista, izquierdista, revolucionario o como se le quiera llamar, descontento, molesto o rebelde votará por la oposición. No solo por razones ideológicas, sino por falta de una propuesta creíble.

Ningún opositor de los llamados adecos, derecha, “escuálido” o como usted lo quiera llamar, votará por el gobierno. El descontento es gigante.

Algunos podrían decir que lo último afirmado es obvio. Pero Chávez gana con los votos de adecos y copeyanos descontentos y decepcionados. El voto castigo funcionó y migró venciendo la barrera ideológica.

2.- Habrá elecciones en diciembre. Ni los abstencionistas, ni los radicales tienen fuerza, medios y seguidores para presionar un cambio. Una nueva Asamblea Nacional se instalará el 5 de enero. Esto no significa que habrá gobernabilidad o mejoras, solo estamos hablando de lo electoral.

3.– El aumento de los diputados a 270, las listas nacionales y el nuevo método a implementar permitirá una representación de minorías. Será imposible que un partido o bloque “arrase con todo”.

Pudiéramos tener una Asamblea Nacional con una directiva plural, conformada por gobierno y oposición. Esto no sería atípico, sino, algo normal en un país anormal. 

Orlando Medina Bencomo / Los Tubazos del Domingo

 

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