Cliver Alcalá: El mayor general prendió el ventilador. Ahora en la oposición afirman que no lo conocen, mientras otros lo tildan de doble agente.
El decomiso de armas en Barranquilla fue denunciado por el ministro Jorge Rodríguez, de no haber sido por que Alcalá admitió que las armas eran para introducirlas en Venezuela, nadie hubiese creído lo dicho por el ministro Rodríguez.
Alcalá se entregó a la DEA, salió de Colombia en avión, sin braga naranja y sin esposas.
Sobre este caso salen tres conclusiones:
1.– Cliver Alcalá desde hace muchos años se desmarcó del chavismo, actuaba abiertamente con la oposición. El hecho de aparecer entre los 14 solicitados por el gobierno de los Estados Unidos, asegura que es porque sus propios aliados lo tildaron de doble agente.
2.-Alcalá se siente traicionado. Después de anunciarse una recompensa no tenía sentido regresar a Venezuela y ser apresado. Alcalá le confesó a la periodista Sebastiana Barráez que mercenarios querían secuestrarlo para entregarlo a Estados Unidos. El objetivo era cobrar la recompensa.
3.– La declaración de Cliver Alcalá le da otro rumbo al decomiso de armas. Ninguna fuente desmintió a este en su afirmación de que las armas venían para Venezuela.
Mientras, Alcalá intentará un acuerdo que le garantice mejorar su condición. Ahora es un paria político: Ni el gobierno ni la oposición dan medio por él. Esta solo, pero tiene cartas bajo la manga.
¿Dónde está Guaidó?
Como nunca antes el presidente de la Asamblea Nacional había sido tan ignorado y olvidado. Lo enterró el coronavirus.
Muy pobre su discurso y sus apariciones. Desde una oficina presidencial, desde un mundo virtual, emite declaraciones sobre el coronavirus. Mucho respeto ha perdido.
Encuestas
Organizaciones políticas esperan mediciones de marzo, para comprobar la tesis: Maduro subió algunos puntos y Guaidó cae. Claro está: Maduro no sube mucho y Guaidó no cae abruptamente. Las líneas no se cruzan, aun están muy lejos.
El escenario actual altera la posibilidad de hacer efectivo y rápido el trabajo de campo para entrevistar a una muestra de la población como debe ser. Pero aun así se mandaron a hacer.
Redes sociales
La actual pandemia parece haber afectado mentalmente a quienes hacen vida activa – demasiada activa- en las redes sociales. Algunos se les ven la costura, pareciera que desean que aparezcan los casos de coronavirus.
El morbo, la irresponsabilidad, la mentira, el sadismo, amarillismo, se unen para difundir audios y hasta fotos de supuestos casos.
Aun cuando las redes sociales no son exactamente medios de comunicación de masas, son una plataforma donde algunos creen que se pueden “informar”.
Un debate se plantea a raíz de tanta miseria y polémica. ¿Hasta dónde llega la responsabilidad de manejar o administrar un grupo de whatsapp, un facebook o cualquier otra red social?
¿Cómo queda la credibilidad de profesionales que difunden mentiras, a sabiendas de que lo que están reenviando o publicando afecta emocionalmente a otros?
Como comunicador siempre defenderé el derecho de expresión. Rechazamos la censura y autocensura, cuestionamos la detención de periodistas y el cierre de medios, pero no podemos actuar como en la selva.
Recompensa
El que un fiscal de otro país establezca una recompensa por el presidente de Venezuela raya en lo “increíble”.
Que algunos aplaudan o se ilusionen con este anuncio: raya en la actitud infantil de la política.
Afortunadamente la oposición también ha madurado, se desmarca de temas como invasiones y fantasías como “la recompensa”.
“A Maduro lo queremos sacar nosotros y si cometió delito, lo ponemos preso nosotros, pero apoyar lo de este fiscal, allí no nos anotamos”, así se expresa un pesado dirigente de la oposición en Guárico.
Política al congelador
El coronavirus, la pandemia a la que muchos temen y otros ignoran puede ser vista como responsable de:
Salvar a varios alcaldes y gobernadores que el Psuv tenía en la mira para moverlos, pues sus gestiones afectarían los resultados de un escenario electoral.
Amarrar en sus cargos a rectores del CNE, deben seguir allí, quieran o no. Por ahora no hay debate.
Mandar de vacaciones a la oposición: A pesar de las redes sociales y plataformas digitales, los partidos cerraron puertas y sus militantes cerraron la boca.
Desatar el Pinochet que Guardias Nacionales y policías llevan adentro. Muchas denuncias han llegado a las autoridades ante la venta ilegal de gasolina, detenciones arbitrarias y maltrato de los funcionarios verdes y azules. Con poca formación y pobreza lexical aseguran que “tamos en toque de queda”.
Disparar los precios hasta del limón. Grave esto, en un país donde el gobierno hace tiempo que dejó de defender al consumidor.
Escasea la paja
Si algo bueno salió de esta pandemia es que ahora estamos viendo a nuestros políticos y gobernantes como siempre quisimos:
Con la boca tapada y hablando menos y trabajando un poquito más. Hasta los chivos pasan trabajo, pues escasea la paja.
Orlando Medina Bencomo / El Tubazo Digital