Diálogo es el nombre de la nueva batalla. La oposición siempre lo cuestionó, pues dialogar con las experiencias pasadas no es nada confiable. El gobierno siempre habló de dialogo, imponiendo sus condiciones. Ahora comienza un nuevo ciclo.
Razones para dialogar están claras… El gobierno está obligado, las condiciones son diferentes, demasiadas adversas, tiene el agua al cuello, pero no está rendido ni derrotado, cuidado con subestimarlo. La oposición entendió que no hay otra vía, solo el diálogo. Invasiones no hay y golpes sin militares no darán resultado.
El combate ahora no solo será diplomático, sino también comunicacional. El gobierno deberá mostrarse al mundo como un régimen dispuesto a “conversar” e intentará mostrar a la oposición como “golpista y enemiga del diálogo”. Por su parte la oposición tendrá que explicar que puede dialogar pero sin aflojar la calle. El reto de Guaidó es convencer al mundo de que el diálogo, hasta ahora, ha sido un engaño.
Cinco meses se cumplirán pronto de la designación de Juan Guaidó como presidente de la AN. El tiempo avanza y los intentos gruesos como ayuda humanitaria e intentona del 30A, no dieron resultado. Guaidó sabe que un diálogo es a largo plazo, pero no puede cerrarse a este. La clave es dialogar sin dejar la calle, seguir acorralando a un gobierno que no puede detenerlo. Por ahora.
Seguidores de Maduro, junto a chavistas disidentes y opositores moderados apoyan el diálogo y lo reivindican como única vía, de ese lado hay más coincidencia que del lado opositor. Entre la mayoría opositora, y con mucha razón, desconfían, no creen, dudan o rechazan el diálogo.
Loepoldo…es el hombre. Es el potencial candidato. Por eso se fugó, pues necesitaba accionar políticamente. Por eso no se va del país. Desde la embajada no puede hacerlo públicamente, pero si reunirse con todo el mundo. Guaidó es el encargado de ejecutar la agenda, pues le tocó. Pero el hombre fuerte es Leopoldo. Capriles ya no cuenta. Los adecos miran con lupa todo el ajedrez político.
Definitivo…no habrá otro gobierno sin chavismo. No habrá cambio de uno aniquilando a otro. Hasta que esto no se entienda poco se avanzará. El chavismo posee todo el poder y no se entregará por nada. Opositores están obligados a estudiar los procesos de Chile, Nicaragua y Polonia.
Cese de usurpación no significa necesariamente la salida de Maduro. El cese de usurpación se puede entender con “abrir vías y válvulas” hacer cambios para una ruta democrática, pero con Maduro. Esto es muy difícil pues la oposición no lo quiere así y el gobierno está radicalizado.
Gobierno de transición no significa necesariamente un presidente opositor. Iluso quien piensa que Maduro y el Psuv entregarán todo lo que han ganado. El gobierno de transición se negocia y para el Psuv lo debe encabezar simple y llanamente un rojo moderado. Así no habrá linchamientos. El objetivo único: Abonar y garantizar la ruta electoral que prometa la estabilidad.Sin embargo, esto no lo quiere ningún opositor.
Elecciones libres… es el deber ser. Pero quienes plantean elecciones sin chavismo se equivocan. Elecciones libres con todas las condiciones y sin ventajismo. Pero con un chavismo en la calle y con maquinaria. Con un solo candidato. Que no será ni Maduro ni Diosdado. Difícil será para la oposición ponerse de acuerdo. El gobierno tiene su líder: Joven, brillante, formado, calvo, gobernador y líder probado. Por eso lo mandaron a Noruega.
ANC en caída es lo que se aprecia desde el gobierno. Muchos son los constituyentistas y los chavistas que reconocen la infuncionabilidad de esta. La Asamblea Nacional Constituyente no es ni un foro ni un parlamento. Es el cuartel de Diosdado. Sin democracia interna. Sera fácil disolverla en una negociación.
Conclusión…la solución será lenta por la vía del diálogo. Dura y traumática por la vía de la fuerza. Con el tiempo los que dialogan hasta el Nobel reciben. Los que promueven invasiones pagan precio alto.
El problema es que tenemos un mal gobierno con dirigentes endiosados y una oposición muy mala con dirigentes que creen en salidas mágicas. Están como la canción de Billos “Son feo los dos”.
El Tubazo Digital / Orlando Medina Bencomo