Para el momento en que se publique esta columna, estaremos a 22 días de las cacareadas megaelecciones. Lo que todo el mundo pensaba que podía ser el evento que captara la atención de los venezolanos, terminó siendo una campaña sin campaña.
La frase “una campaña sin campaña” pertenece a un joven dirigente de la oposición. Durante una conversa con este redactor expresó su preocupación ante el venidero escenario.
Considera que estamos en una campaña atípica e ilógica. La campaña sin campaña, con una oposición sin recursos y la otra oposición con derroche para la gente de ellos.
Describe este dirigente a un Psuv con “una maquinaria que es su garantía, sin invertir muchos recursos”.
Discurso rastrero
Lo más resaltante de esta conversa es el análisis de discurso que algunos candidatos y dirigentes están manejando en redes sociales.
Hablan como pranes de cárceles: Ironía, sarcasmos, ofensas. Es como si el país y todo, se acabara el 21 de noviembre.
De este carnaval, ninguno puede decir que está sano. Psuv, Alianza Democrática y MUD, tienen algunos locos sueltos con la lengua larga y cerebro corto. Qué tal si cada quien comienza por tranquilizar a sus locos.
El escenario postelectoral
Mientras los partidos andan en campaña, tratando convencer a sus militantes para que voten, una gran parte del país sigue sin mostrar interés por este proceso.
Mientras reina el canibalismo político en redes, empresarios y el otro país se preocupan por la Venezuela que abrirá el 2022.
Gobernabilidad, reactivación económica, caída de la inflación y producción: con eso soñamos muchos.
Ni un voto merecen quienes irresponsablemente pretenden ocupar espacios de poder cuando ni siquiera saben hacer un planteamiento. Y que quede claro: no me refiero a ningún partido ni a ningún dirigente en especial.
Ornato
En ocasiones me pregunto si quienes aspiran gobernar la capital del Guárico caminan por nuestras calles. Huecos, botes de aguas, basura y la anarquía desbordada.
Es llamativo como en plena avenida Bolívar, las aceras son ocupadas para colocar alimentos, junto a perros y aguas estancadas.
Productores
Desde Calabozo y Altagracia de Orituco llegan plegarias de productores. Ya no piden insumos ni financiamiento. Solo quieren que el hampa los deje producir.
Las bandas armadas acorralan a los productores, es un tema nacional que no es fácil ni debe partidizarse. Una realidad que sigue allí.
El geriátrico de la discordia
Resulta sorprendente que aun se intente seguir encubriendo y justificando las fallas y desastres de algunas instituciones del estado.
Guárico no escapa a esta mala costumbre. Voces de la sociedad expresaron posición sobre el funcionamiento del Geriátrico Lazo Martí e inmediatamente fueron etiquetados.
Desde “derecha fascista”, pasando por “desestabilizadores” hasta “canalla mediática” fue la diarrea de epítetos lanzada contra los denunciantes.
Abuelitos en problemas
El Geriátrico Lazo Martí es un ente ubicado en la capital del estado Guárico en donde son atendidos personas de la tercera edad.
Esta semana fue noticia ante el fallecimiento de algunos adultos y la manera como se intenta encubrir el desastre que allí existe.
¿Saben los guariqueños que tres adultos fallecieron esta semana, léase bien (03), y que ocho están contagiados con síntomas asociados al Covid?
La desidia y la inercia reinan allí. Autoridades sin la capacidad de dirigir un pequeño lugar donde apenas quedan 27 adultos (18 hombres y 9 mujeres).
Esta semana se presentó una comisión multidisciplinaria en el lugar, incluso, hasta la Defensoría del Pueblo se hizo presente. Allí encontraron en la capilla del lugar, el cadáver de un anciano y un dantesco cuadro de abandono.
Hasta cuándo
¿Cómo prestarse para ocultar este desastre? ¿Hasta qué punto un partido de gobierno corre a tapar toda falla originada por entes que ni siquiera están adscrito a gobiernos regionales?
¿Dónde están las voces críticas de quienes pretenden seguir gobernando? ¿Quién encubre y mantiene allí a las actuales autoridades?
Con la misma fuerza con que se defiende una gestión de gobierno, se deben combatir las fallas.
Creo que ya está bien de “cabroneria” y alcahuetería. Y que me perdonen los lectores por la expresión.
Misterio
El Geriátrico tiene una farmacia, pero el personal médico no tiene acceso ni control de esta. La mayoría de las áreas médicas no funcionan.
La cocina, de la que tanto alardean algunos, no está apta sanitariamente. La insalubridad reina.
De noche no hay guardia médica pues no existen condiciones para que estos se queden allí.
Responsables
Desde mi punto de vista, el error ha sido querer denunciar y acusar al gobierno regional de un desastre que es nacional.
Cada vez que se denuncia, esta acción queda viciada al pretender usarla como arma para descredito del actual gobernador.
El Geriátrico Lazo Martí es un ente dirigido por el Instituto de Servicios Sociales (INASS). Este a su vez está adscrito al Ministerio del Despacho para la Presidencia.
Su dirección y líneas de trabajo, su manutención y contratación es facultad nacional. Los entes regionales solo apoyan cuando se les solicita.
Que no salga ningún bolsa a decir que esto es un “ataque a la revolución” y a “dignos funcionarios”. Si hay un ente que más apoyo ha recibido de los medios y de instituciones y fundaciones ha sido este lugar.
Justicia
Es tiempo de que la Dirección de ese Geriátrico de la cara y explique las causas de ese desastre.
Algunos van más allá y sugieren la intervención de la Fiscalía Superior de Guárico para que abra una investigación a la administración y dirección de ese lugar.
De todo lo allí presente se salvan dos cosas: Las ganas de vivir que tienen los pocos viejitos que allí quedan y la mística y profesionalismo de trabajo del personal de salud y ciertos trabajadores.
Hay quienes miran hacia otro lado ante esta realidad, tal vez sea tiempo de recordar al papa Francisco: “Donde no se honra a los ancianos, no hay futuro para los jóvenes”.
Orlando Medina Bencomo / El Tubazo Digital