Los Tubazos del Domingo / Lo único que va bien son sus cuentas bancarias

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Gabriel García Márquez en su libro “Cuando era feliz e indocumentado” relata una anécdota entre el actor Humphrey Bogart y el cantante  Frank Sinatra.

Asegura el Gabo que “pocas horas antes de morir, el gánster más querido del cine (Bogart) dijo a Sinatra: “lo único que va bien es mi cuenta bancaria”.

Cuento esta anécdota, pues pareciera que para el dirigente de un sector de la oposición, Juan Guaidó y su entorno, lo único que va bien es la posibilidad de mejorar su cuenta bancaria.

La corrupción no tiene color ni ideología. Tener bienes y dinero que no se pueda justificar es cuestionable y sospechoso. Dirigentes y lideres que viven como “burgueses” sin explicar como lo hacen.

Luis Vicente

“La pandemia permite a Maduro mostrar quien controla y ejerce el poder, más allá del debate político. El reto de la oposición es acompañar a la población y apoyar posibles soluciones a su problema”.

La frase anterior corresponde al analista Luis Vicente León. Texto digno de desglosar y debatir por parte:

1.-Ratificado: Maduro tiene el control casi total. Lo del gobierno de Guaidó es una ficción cuestionada por los propios opositores.

Maduro dirige, opera, controla y comunica a diario. Aun en medio de un país en crisis y graves problemas, el presidente se hace sentir. Esto no significa que sea aceptado, querido, o que capte opositores. Estamos hablando de gobernar y ejercer el poder.

2.– La oposición no juega ningún rol en medio de la pandemia. Se fue a su casa a hacer cuarentena y voto de silencio. No acompaña al ciudadano, se autoexcluyó, se invisibilizó como partido.  

3.– Finalmente, algo debe reconocerse: la valoración que se tiene sobre la manera como Maduro manejó el tema del coronavirus, es vista como acertada por gran cantidad de personas.

La oposición perdió la oportunidad de colarse y jugar un papel protagónico en medio de esta situación. Maduro no hubiese podido excluirlos.

Especulación

La nota predominante en la semana fue el incremento de los precios de los alimentos. Es grosero y desproporcional el costo de los productos en comparación con el raquítico salario recibido por los trabajadores.

Hasta finales de año pasado un salario mínimo alcanzaba para adquirir cuatro productos alimenticios, situación bastante humillante. Hoy es surrealista e increíble, este no cubre el costo de un kilogramo de carne, queso o un cartón de huevos.

Los gritos llegaron a Miraflores y el presidente no le quedó más remedio que abrir un espacio en su reporte diario del coronavirus.

Tuvo el presidente que ordenar acciones para que gobernadores, alcaldes y diputados salieran a la calle a “inspeccionar”, antes no hicieron nada.

El silenció de nuestros líderes ante situaciones como estas hacen que cada vez los ciudadanos se alejen de las organizaciones políticas.

Saqueos

La presencia de la gente en la calle, la búsqueda de alimentos y la indignación ante un incremento de costos, son detonantes para explosiones sociales.

En escenarios como estos surgen tres actores:

1.– Quienes agitan, aúpan y exaltan estas acciones sin participar en ella.

2.- Delincuentes que emergen como líderes de contingencia incitando, para cometer delitos  disfrazados de saqueos.

3.- Quienes por hambre o viveza criolla se meten en el reparto del botín.

Dos cosas peligrosas e innegables

1 Hay hambre, indignación, frustración y decepción.

2 Los saqueos traen desabastecimiento y quiebre económico.  

Mano dura

Las acciones de ocupación de empresas y ventas supervisadas y la manera como se anuncian, pudieran ser vistas con desconfianza por sectores comerciales.

El epicentro de la especulación no está en la fábrica que produce. Es triste ver abastos  y hasta “ratoneras” en los barrios que roban y se aprovechan de sus vecinos. Algunos con fotos de Maduro y de Chávez en sus locales.

Bajos salarios, inflación y especulación son tres potros difíciles de domar, el gobierno empezó por el último.

Vuelta a la patria

Como en la película “Día de la Independencia” cuando miles de estadounidenses corrían a cruzar la frontera para ingresar a México. El mundo al revés.

Hoy, miles de venezolanos regresan a su tierra de donde huyeron por razones económicas en su mayoría. Retornan con una economía peor.

Razones para volver a Venezuela

1.– La terrible xenofobia que  se expresa en los países de América hacia los venezolanos.

2.- La explotación laboral. Estos países que tanta lección pretenden darnos, ven al individuo como máquina de producir.

3.- La falta de derechos laborales, salud y educación negada y quiebre económico ante la ausencia de ingresos.

4.- Miedo al coronavirus, falta de garantías, en contraste con un país como Venezuela con un control de la situación.

5.- Finalmente: Quienes regresan saben que hay graves problemas, pero también oportunidades. Tenemos salud, educación y servicios, todos deficientes, pero tenemos. La lucha es por mejorarlos, hacerlos más dignos.

Orlando Medina Bencomo / El Tubazo Digital 

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