Esta es la pregunta que suena y resuena. También es la más formulada a la hora de las tertulias. Las promesas hechas desde enero no se concretaron. Todo sigue igual: Somos una película en cámara lenta pero a todo color.
Esta semana conversé ampliamente con Antonio Mugueza Secretario General de Acción Democrática en el estado Guárico. Debatimos y analizamos la última encuesta de DatinCorp, la cual llegó a mis manos gracias a este. Compartiré aquí lo estadístico y la interpretación que como periodista hago de esta encuesta.
El trabajo fue realizado desde el pasado 2 de junio y su objetivo perseguía “medir la cohesión política en Venezuela”. 1200 entrevistados en todo el país, en un trabajo de campo.
1 Guaidó desciende, así lo advierte el estudio. 41% reconoce a Nicolás Maduro como presidente, ese número es superior al de febrero, cuando solo lo reconocía 34%. En cuanto a Juan Guaidó es reconocido por el 36%, cuando en febrero era el 49%.
Eso no significa para nada que la popularidad de Maduro haya mejorado, solo indica que la valoración que se tiene de Maduro o Guaidó se refiere a los logros o fuerza que estos posean.
2 El rechazo a la gestión de Maduro es aplastante, 79% de los venezolanos la valora negativamente. Sin embargo el venezolano cree que hay que solucionar lo económico, salud y servicios públicos como prioridad. Sorprende que solo 6% refiere como prioridad lo político.
Este escenario nos remite al caso chileno, cuando Pinochet, en medio de una dictadura fascista logró crecimiento económico, los grupos poderosos optaron por no adversarlo. Conclusión: Si Maduro mejora la economía la presión baja.
3 El tema de las sanciones agarra otro rumbo. 68% considera que las sanciones afectan la calidad de vida del venezolano. Hasta hace poco, se logró posicionar la matriz de que las sanciones solo afectaban a altos funcionarios, hoy es diferente.
Esta subida indirectamente favorece al gobierno y obliga a la oposición a replantearse la defensa de la sanciones.
4 La situación del país será peor en los meses siguiente y Maduro seguirá gobernando, así lo cree la gran mayoría.
Insisto, no se trata de apoyar o aceptar con resignación. El descontento sigue creciendo pero el venezolano comienza a ser más realista y analítico.
5 La opción de invasión militar y de golpes sigue perdiendo apoyo, pues no ven ninguna posibilidad de que esta ocurra. 66% ve de forma pesimista cualquier diálogo.
Lo anterior no equivale a que el diálogo no sea valorado, el encuestado no ve condiciones para que este de resultados.
6 El tema de adelantar la elección de una nueva Asamblea Nacional cobra fuerza, más de la mitad está de acuerdo, pues creen que esto generaría antes de la elección una serie de cambios que abonen el camino a la presidencia, claro está, respetando los acuerdos y la convivencia política.
7 El estudio indica que en unas elecciones de la AN los candidatos opositores obtendrían 39% y los del chavismo el 17%. Los que aseguran que no votarían suman 31%.
La encuesta también planteó la interrogante de una elección presidencial, en este escenario Maduro solo obtendría 18% de los votos y Guaidó 52% de votos.
8 El Psuv sigue siendo la estructura más solida y fuerte, craso error subestimarlo al creer que está tan debilitado como su líder. Como partido posee 19% de respaldo, ante PJ y VP con 10%, AD 8%. Casi el 50% de los consultados se definen como independiente, porcentaje superior al medido hasta ahora.
Conclusiones
El panorama político ahora es visto con más cuidado. El cerebro comienza a ganarle a las hormonas a la hora de opinar. Maduro va de mal en peor, pero el venezolano sabe que eso no significa una salida o fin.
El gobierno tiene músculo, recursos y aliados, indudablemente que es más fuerte que la oposición, solo le falta tener gobernabilidad.
El debate se sigue concentrando en Caracas y espacios internacionales, las regiones, los partidos políticos y las protestas no cuentan.
Tenemos un gobierno débil pero con un partido muy fuerte y una oposición dispersa y fraccionada pero que agrupada aplastaría a cualquier opción
Finalmente: La salida de Maduro no significa la desaparición del chavismo. En medio de la “normalidad y gobernabilidad” los liderazgos regionales surgirán de ambos lados.
Orlando Medina Bencomo