Aragua.- Un lamentable hecho enlutó a la comunidad de Pedregalito en la carretera nacional Villa de Cura – San Juan de los Morros, exactamente entre las comunidades de Piritu (Aragua) y Las Minas (Guárico) luego de conocerse la repentina muerte de un niño de 10 años.
El suceso se registró el pasado viernes dentro de un taller mecánico ubicado en dicha comunidad aragueña, exactamente en la entrada, en la Carretera Nacional.
La víctima quedó identificada como Leandro Yonaiker Rivas Sánchez, habitante de esa comunidad y estudiante de 4to Grado de la Unidad Educativa Nacional Pedregalito.
La causa
El niño falleció al ser alcanzado por un disparo que accidentalmente le propinó un adolescente de 13 años, en el momento en que estos se encontraban juntos en dicho taller.
El arma pertenecía al padre del adolescente y este la tomo sin su consentimiento y se disparó alcanzando mortalmente a Leandro Yonaiker.
Habla el padre de la víctima
Josué Rivas manifestó a los medios que ambos acostumbraban a ir a dicho taller, este pertenece al padre del adolescente y propietario del arma.
Leandro Rivas falleció de manera instantánea, perdió la vida en el lugar producto de un disparo en la cabeza.
Misterio y confusión
La muerte del infante ocurrió aproximadamente a las 05:30 pm pero sería en horas de la noche cuando se informó a los padres del menor.
El padre del joven que accionó el arma alteró la escena del crimen para proteger a su hijo y simular otra causa pero los funcionarios del Cicpc se percataron de que algo no estaba bien.
Fue entonces cuando se detuvo a el dueño del taller José Gregorio Hernández Sánchez (48), quien por temor a ver afectado a su hijo, cambio la versión de los hechos.
Delitos que pudieran imputarle
Fuentes policiales manifestaron que pudieran acusarlo de complicidad, alteración de la escena del crimen y porte ilícito de arma de fuego.
Inventó un robo
El detenido indicó que delincuentes habían entrado al taller y que el niño murió producto de un disparo realizado por estos. Para ello desapareció el arma usada, enterrándola a 200 metros del lugar.
La confesión
Poco duraría el intento del asustado padre por proteger a su hijo de aquel fatídico accidente, no tardaría en confesar que Yonaiker murió de un balazo cuando ambos “jugaban con el arma”.
Ambos niños eran de la comunidad y amigos, visitaban frecuentemente el lugar. Yonaiker fue sepultado este domingo 04 de agosto en la ciudad de San Juan de los Morros, población cercana a su comunidad.
El Tubazo Digital / Orlando Medina Bencomo